Fermín Cabanillas. Francisco Palacios ‘El Pali’, el cantautor que llevó las sevillanas y a Sevilla por todo el mundo con un estilo que nadie ha sabido imitar, tendrá un monumento en la calle donde vivía en Sevilla.
La próxima primavera, salvo retrasos, se levantará el monumento en su memoria en la calle Tomás de Ibarra, en pleno centro. Es la calle a donde se trasladó a vivir desde su San Lorenzo natal, y donde un azulejo le recuerda sentado en su silla al fresco en su puerta, como lo recuerdan los vecinos desde siempre.
A través de Facebook, la asociación ‘Medalla de Sevilla a El Pali’ ha comunicado que el presidente la Asociación Cultural «El Pali» Ayer, Hoy y Siempre y arquitecto del proyecto del futuro Monumento, Ramón Viclhes, ha dado la noticia que ya es oficial que tanto urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla como la Comisión de Patrimonio de la Junta de Andalucía han dado su aprobación a la colocación de la escultura de Jesús Méndez Lastrucci en el lugar elegido, es la Plaza delantera de, edificio de Hacienda en la misma calle Tomás de Ibarra.
«Desde nuestra página queremos mostrar nuestras más sinceras felicitaciones a todos los que de una manera u otra habéis hecho posible éste proyecto y que con vuestro cariño llegue a buen puerto», han explicado.
Ahora, explican, «solo falta esperar la llamada de Urbanismo para comenzar con los trámites de licencias de obras y lugar exacto para agilizar los trabajos de la realización del basamento regionalista, que tendrá ladrillo modelo Triana, cerámica vidriada y mármol.
Biografía
Su labor destaca, por un lado, como recuperador de las sevillanas corraleras, que estaban casi desaparecidas y también por sus letras que evocan las antiguas costumbres de vida en la ciudad de su infancia y la desaparición de la Sevilla más popular. El mismo constituyó un símbolo muy popular y tradicional, por su fisonomía caracterizada por su gran volumen y por la fuerte miopía que sufría que le hacía usar gafas de muy alta graduación.
En su juventud, llegó a representar a Sevilla en varios campeonatos de España de cross. De esa época parece que viene el sobrenombre de «El Pali», porque era delgado como un palillo.
Con diez años cantó su primera saeta en Semana Santa. Se dio a conocer principalmente como cantante de sevillanas, fandangos de Huelva y saetas, aunque también dominaba muchos palos flamencos. En 1968, grabó su primer disco de sevillanas con el grupo Rocieros del Quema, que formaba en compañía de Miguel de la Isla y Joaquín de Paradas. Un año después graba su segundo y último disco con este grupo y en 1970, empezó a grabar sus discos en solitario.