Redacción. El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha presidido hoy la constitución del Consejo Consultivo del Real Alcázar, órgano que garantiza la participación de los expertos independientes en la gestión de este monumento y cuyos informes serán preceptivos en cuestiones claves para la planificación tanto presupuestaria como patrimonial del recinto palaciego.
“En el día de hoy ha arrancado una nueva etapa puesto que reforzamos la participación de los expertos de reconocido prestigio e independientes y, por tanto, de la sociedad civil, que asesorarán sobre el futuro del Real Alcázar. Y en esta labor, su protagonismo será trascendental para la elaboración del Plan Director, que marcará las directrices de la estrategia a desarrollar en el monumento en los próximos años”, según ha dicho el alcalde.
Muñoz, que ha presidido la reunión junto con la delegada de Presidencia y Hacienda, Sonia Gaya, el alcaide del Real Alcázar, Román Fernández-Baca, y la directora conservadora del Mismo, Isabel Rodríguez, ha trasladado su agradecimiento a los doce integrantes de este Consejo Consultivo por su implicación “personal y desinteresada”. En especial, se ha dirigido a tres expertas ya “veteranas” en el monumento y que, por consenso, han sido hoy propuestas para formar la Comisión Permanente del Consultivo: Pilar León-Castro, Enriqueta Vila e Isabel León –esta última la presidirá–, y a quienes se agregará Eduardo Mosquera.
En concreto, de acuerdo con los nuevos estatutos del Real Alcázar que fueron aprobados por el Pleno municipal el pasado diciembre, son miembros natos el alcalde de la ciudad como presidente del mismo, la vicepresidenta y delegada de Presidencia y Hacienda y el alcaide.
En cuanto al resto de los miembros de la sociedad civil y expertos de reconocido prestigio, se incluyen a todos los que conformaban el Patronato antes de la renovación de los estatutos, sustituyéndose el representante de Patrimonio Nacional por el cambio en la presidencia de este organismo del Estado (Ana de la Cueva Fernández) e incorporando a Carmen Calvo Poyato y a María Isabel Izquierdo Peraile. Se agregan, así, a Carlos Fitz-James Stuart y Martín, Isabel León Borrero, Pilar León-Castro Alonso, Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, Braulio Medel Cámara, Eduardo Mosquera Adell, Benito Navarrete Prieto, Antonio Pulido Gutiérrez y Enriqueta Vila Villar, quienes ya eran miembros del Patronato del Real Alcázar. Al respecto, Antonio Muñoz Antonio Muñoz ha recalcado el “relevante perfil que, en materia de gestión patrimonial y cultural, tienen todos los miembros”.
El Consultivo habrá de pronunciarse sobre cuestiones de capital importancia dentro de la gestión del recinto palaciego, entre ellas el anteproyecto de Presupuestos, las estrategias de gestión, uso y conservación, los planes para conservación y restauración, el Plan Director o la programación cultural. Se trata, por tanto, de un Consejo Consultivo que se le atribuye el máximo de facultades que permite la ley en cuanto a este tipo de órganos, al determinar las políticas cultura, presupuestaria y de conservación del monumento.
Antonio Muñoz ha recalcado el relevante perfil que, en materia de gestión patrimonial y cultural, tiene el conjunto de los miembros del Consultivo y ha destacado que los objetivos principales que persiguen los nuevos estatutos “son reforzar la profesionalización de la gestión y las políticas de conservación y garantizar la participación de los expertos independientes”.
Con anterioridad a la reunión del Consejo Consultivo se ha constituido también el nuevo Consejo Rector del Patronato, conformado por los representantes de la Corporación Municipal más cuatro de los miembros de la Comisión Permanente del Consejo Consultivo. Además, a la Comisión Ejecutiva, junto con la representación política, asistirá la Presidencia de la Comisión Permanente del Consejo Consultivo, con voz pero sin voto. Se contempla, asimismo, una sesión solemne y conjunta del Consejo Rector y el Consejo Consultivo para la presentación del Informe y la Memoria Anual.
Junto con estos órganos, se apuesta por la profesionalización de la gestión del día a día otorgándose poderes ejecutivos al alcaide –hasta ahora sólo representativos– y creándose las figuras de una Gerencia, con competencias de gestión administrativa, económica y recursos humanos, y una Dirección General de Conservación, cuyas competencias serán en materia de patrimonio cultural y conservación. En suma, se separa la gestión administrativa de la estrictamente patrimonial, que hasta ahora se encuentran en unas únicas manos. El Alcaide, la Gerencia y la Dirección General de Conservación plantearán una propuesta de estructura orgánica y una RPT (Relación de Puestos de Trabajo).
