Redacción. Las Unidades de Arritmias y de Cardiología Pediátrica del hospital sevillano despliegan un trabajo colaborativo, desde hace años, para poder ofrecer los mejores tratamientos a su población pediátrica afectada por arritmias. La mayoría de éstas arritmias implican una pérdida de calidad de vida, pero algunas de ellas también pueden condicionar insuficiencia cardíaca o incluso la muerte. Se estima que las arritmias significativas ocurren entre el 2 y el 3 por mil de la población infantil, y suponen una limitación importante en la vida de los niños que las padecen.
Aunque muchas de éstas arritmias pueden controlarse temporalmente con fármacos, algunas requieren ser abordadas mediante procedimientos intervencionistas, consistentes en un cateterismo con el que se destruye el origen de la arritmia (ablación) y que es por tanto curativo.
El doctor Ernesto Díaz Infante, responsable de la Unidad de Arritmias, dependiente del área del Corazón del Hospital Virgen Macarena, confirma que «aunque la mayoría de las arritmias afectan a la población adulta, los niños no están libres de padecer esta patología y en concreto algunas de ellas se manifiestan incluso desde el nacimiento».
Colaboración de pediatría y cardiología
Por ese motivo, «nuestra Unidad colabora con el Servicio de Pediatría en el seguimiento clínico de la población infantil con patologías del ritmo cardíaco, y pone a su disposición la realización de tratamientos intervencionistas, en concreto la ablación de las arritmias y en los últimos tiempos el implante de marcapasos con estimulación fisiológica» añade.
En los primeros años, el tratamiento intervencionista de los niños con arritmias era anecdótico en el Hospital Virgen Macarena. Pero, en la última década, ha crecido de forma exponencial y ya se han realizado más de 100 cateterismos diagnósticos y terapéuticos en la población infantil. La edad media de los niños tratados ha sido de 11 años, pero, se han abordado niños de muy corta edad y la mayoría no tenían cardiopatías asociadas.
Otra de las fuentes de arritmias en la infancia son las cardiopatías congénitas y su tratamiento quirúrgico. El Hospital Universitario Virgen Macarena está entre los centros nacionales con más experiencia en el abordaje de arritmias en pacientes con cardiopatías congénitas del adulto (procedimientos particularmente complejos), lo cual ha permitido tratar también las arritmias de los niños con cardiopatías congénitas.
Tecnología de vanguardia
La Unidad de Arritmias del Hospital Virgen Macarena está dotada con las últimas tecnologías en el campo de las arritmias, teniendo amplia experiencia tanto en crioablación como en ablación con radiofrecuencia (los dos tipos de energía empleados para destruir las arritmias) y disponiendo de diferentes navegadores no fluoroscópicos, que permiten realizar estos procedimientos con mayor seguridad y con la mínima radiación al paciente, que en muchos casos llega a ser cero.
«La población pediátrica tiene unas peculiaridades muy especiales», comenta la doctora Rocío Cózar, cardióloga de la Unidad de Arritmias. «Desde la propia entrevista en consulta en la que tienes que explicar a unos padres angustiados lo que le ocurre a su hijo, adaptar la información dependiendo de la edad del niño y decidir momento idóneo para el intervencionismo, hasta el propio procedimiento, en el que más que nunca prima evitar la exposición a radiación y dependiendo de la madurez del niño se realizará bajo anestesia general o sedación».
«Esta población en sí misma es un reto, pero ha supuesto una experiencia muy gratificante para nuestra Unidad y los resultados recompensan más que nunca el esfuerzo» nos cuenta la especialista.
Innovación
Pero además del tratamiento de las taquicardias, el Hospital Virgen Macarena ofrece importantes innovaciones en el tratamiento de las bradicardias. Desde el 2020 se están desarrollando las técnicas de estimulación fisiológica para aquellos pacientes con bradicardias severas. Los doctores Pablo Bastos y Álvaro Izquierdo, de la Unidad de Arritmias, explican que éstas técnicas consisten en el implante de marcapasos con electrodos que logran simular la activación eléctrica normal del corazón.
«La ventaja de estos dispositivos respecto al modo de estimulación clásico es que pretende evitar el deterioro de la función contráctil del corazón, una complicación que a veces ocurría en pacientes dependientes de estimulación con las técnicas convencionales. En la población pediátrica, que precisará durante toda su vida un marcapasos, éstas técnicas tienen aún mayor interés». Ya son varios los niños en los que se ha realizado este tipo de implante en los dos últimos años.
Este proyecto conjunto, que supone el abordaje integral de las arritmias de la población infantil, ha sido posible gracias a la estrecha colaboración de la Unidad de Arritmias, integrada en el Servicio de Cardiología, con todos los servicios implicados como Anestesiología, Cirugía Cardíaca, y, fundamentalmente, con el Servicio de Pediatría.
Los cardiólogos pediátricos doctores Manuel Haro, Javier Moya y Laura Marcos, realizan el diagnóstico y seguimiento de los niños con alteraciones del ritmo y de manera conjunta se valora el mejor momento para ofrecer el tratamiento intervencionista más adecuado a sus pacientes.