Fermín Cabanillas. Tras los años de interrupción debido a la pandemia, Pilas acogerá, del 17 al 23 de septiembre, el III Congreso Internacional de Especialistas en Reparaciones de Telefonía, organizado por el pileño Antonio Ortega, quien contará nuevamente con el patrocinio del Ayuntamiento de Pilas.
CERET vuelve con más fuerza que nunca, después de cosechar sendos éxitos en sus dos ediciones anteriores, celebradas en 2018 y 2019. Este evento tecnológico de cuna pileña vuelve con importantes novedades y con avances destacados con respecto a los congresos anteriores. CERET se ha convertido así en una de las formaciones más avanzadas en el sector de las reparaciones de smartphones y tablets, y volverá a reunir a técnicos de diferentes países para ser formados por los instructores más reconocidos a nivel mundial.
Programa de trabajo
Los técnicos asistentes, para los que permanece abierto el plazo de inscripción, se reunirán durante unos días en la localidad para seguir actualizando sus conocimientos y metodologías de reparación, de la mano de los más expertos –Carlos Quiceno, Edgar Aguirre y Cristian Baraggiotta, entre otros-, con el objetivo de seguir mejorando la calidad de los servicios brindados a sus clientes. Una búsqueda de la excelencia en la calidad de las reparaciones.
Y como no podía ser de otra forma, aprovechando el mágico encuentro entre técnicos, también estarán presentes importantes empresas proveedoras del sector, como JBC, Borneo Schematics, Klicfon y Myshape.
Con su presencia, la reunión anual de técnicos cierra el círculo con momentos de networking con aquellas empresas que los acompañan en su día a día, en el que se tratan puntos a mejorar, se conoce mejor las necesidades de ambas partes y se entablan relaciones comerciales para el resto del año.
Los expertos más reconocidos, alumnos con un espíritu incansable de superación y empresas que apuestan por la comunicación, suman un cóctel perfecto para que las reparaciones de dispositivos electrónicos sigan siendo una buena alternativa a la compra desmedida, así como una declaración de guerra ante la obsolescencia programada.