Redacción. Investigadores de la Universidad de Sevilla y la Universidad de Cádiz demuestran por primera vez que una inflamación intestinal aguda produce hiperexcitabilidad y neuroinflamación en la corteza motora. Además, esta afección altera la coordinación motora. Por todo ello, los investigadores concluyen que la inflamación del colon o colitis podría ser un factor de riesgo en el desarrollo de algunas patologías neurodegenerativas.
Para este trabajo se ha utilizado un modelo experimental de rata con colitis aguda y se han empleado técnicas de electrofisiología, PCR en tiempo real, inmunofluorescencia y de evaluación de la conducta motora.
International Journal of Molecular Sciences,
Los resultados de esta colaboración demuestran que la colitis aguda produce en la corteza motora primaria la activación de la microglía y de los astrocitos y un aumento de la expresión de citoquinas proinflamatorias y de las enzimas óxido nítrico sintetasa inducible (iNOS) y la neuronal (nNOS) indicando neuroinflamación. En estos animales con colitis también se observó un aumento en la excitabilidad de las neuronas motoras manifestada, por ejemplo, con una disminución en el potencial de membrana en reposo o un aumento en la frecuencia de descarga de potenciales de acción. Finalmente, el análisis de la actividad motora mostró que presentaban reducida locomoción y coordinación motora.
El estudio ha sido publicado en la revista International Journal of Molecular Sciences, en una edición especial sobre el eje intestino-hígado-cerebro. En él se muestra que la inflamación del colon o colitis podría ser un factor de riesgo en el desarrollo de algunas patologías neurodegenerativas. Una inflamación periférica, inducida por la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, podría afectar a distintas zonas del cerebro provocando neuroinflamación y modificaciones funcionales de las neuronas.
En el caso de este estudio, por primera vez se observa el efecto en la corteza motora primaria. Curiosamente, las alteraciones que se detectan son similares a algunas de las descritas en modelos animales y en pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad caracterizada por una degeneración progresiva principalmente de las neuronas motoras de la corteza, del tronco encefálico y de la médula espinal.