Redacción. El delegado de Gobernación, Fiestas Mayores y Área Metropolitana, Juan Carlos Cabrera, ha participado hoy, junto al consejero delegado de Emasesa, Jaime Palop, en un encuentro convocado por el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, y al que han asistido también los principales gestores del ciclo del agua en la provincia con el objetivo de testar la situación actual de la sequía en cada uno de los sistemas y estimular la coordinación y el diálogo sobre las medidas a adoptar.
Una reunión en la que han participado también la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, representada por su presidente, Joaquín Páez, y su comisario de aguas, Alejandro Rodríguez González; Aljarafesa, con su vicepresidente, Joaquín Fernández Garro, alcalde de Umbrete, y su gerente, Pedro Rodríguez; el Consorcio Provincial de Aguas de Sevilla, con su vicepresidente y su gerente, Francisco Molina y Blas Ballesteros, respectivamente; el Consorcio de Aguas Plan Écija, con su vicepresidenta, Rosario Andújar, alcaldesa de Osuna y el director de Areciar, Ignacio Freire; el Consorcio de Aguas del Huesna, con su gerente, Emilio Pachón, y el Consorcio de Aguas de la Sierra Sur, representado por su vicepresidenta la diputada provincial de Presidencia, Hacienda y Concertación, Trinidad Argota.
Además, la diputada provincial de Servicios Públicos Supramunicipales ha representado a los municipios de la provincia no integrados en sistemas de agua y han estado también presentes responsables técnicos provinciales y de algunos de los sistemas.
Durante este encuentro, Juan Carlos Cabrera, ha mostrado “el apoyo de gobierno municipal a la estrategia de atajar la situación de la sequía desde una política común a nivel provincial. Es conveniente abordar este problema desde todas las instancias y esa es la línea de trabajo del Ayuntamiento, la Diputación, Emasesa, Aljarafesa y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el resto de gestores de agua, pero también tenemos que instar a la Junta de Andalucía a que asuma su responsabilidad en este ámbito y que aborde cuanto antes las inversiones comprometidas y pendientes”. “Aunque ahora pueda venir un ciclo de lluvias, tenemos que pensar en el futuro, porque desgraciadamente el cambio climático es ya una realidad y nuestra responsabilidad es tomar las medidas necesarias para garantizar un bien básico como el agua a la ciudadanía”, ha señalado Cabrera.
Por su parte, el presidente de la Diputación de Sevilla ha expresado en este auditorio su preocupación, compartida por todos los presentes, sobre el alcance de la actual coyuntura de sequía y las repercusiones para la provincia, “sobre todo en lo que se refiere a la garantía del abastecimiento para el consumo, porque el agua tiene que seguir siendo también en estas circunstancias un bien básico y accesible para toda la ciudadanía”.
El presidente provincial, antes de dar la palabra a los representantes de sistemas y otras administraciones, ha resumido las actuaciones e inversiones de emergencia que la Diputación ha puesto en marcha, una vez declarada la alerta por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y promulgado el Real Decreto sobre la Sequía del Gobierno de España y tras la constitución de la Mesa Provincial de la Sequía.
Inversiones que comprenden ocho actuaciones de emergencia financiadas con 15,1 millones de euros y que se encuentran en diferentes fases de ejecución, con una previsión de finalización de ejecución en el primer trimestre de 2023, así como otras actuaciones para solventar las distintas situaciones de emergencia declaradas por los municipios, motivadas por cortes del suministro ya sea por falta de recurso hídrico o por problemas de turbidez, con una inversión que asciende a 365.600 euros.
Todos los asistentes han coincidido en que la Junta de Andalucía, que en su momento decidió no alinearse con los gestores del agua en la provincia al salir del Consorcio Provincial de Aguas de Sevilla, “debe asumir las competencias que le asigna la Ley de Aguas de Andalucía, iniciando los proyectos previstos y terminando las obras declaradas de Interés de la Comunidad en Sevilla, que son necesarias en el medio y largo plazo para resolver las incertidumbres de suministro a la ciudadanía en períodos de sequía hídrica y que la provincia afronte en las mejores condiciones posibles el futuro en lo que se refiere a la garantía de agua para el consumo humano, además de asumir la financiación de proyectos como el abastecimiento de la Sierra Morena de Sevilla”.
Coincidencia también entre todos los gestores en valorar la coordinación y sinergia de CHG, Consorcio Provincial, Diputación y sistemas de agua de la provincia en la toma de decisiones y en las actuaciones para afrontar la sequía, “un plus que ha hecho posible que en la provincia de Sevilla la actual coyuntura de sequía esté generando una menor problemática que en otras provincias andaluzas”. Una coordinación a la que la Junta, en criterio de los presentes en este foro, debe sumarse.
En el transcurso de esta reunión, los asistentes han puesto también de manifiesto su preocupación por los municipios de la provincia que no están integrados en ningún sistema de aguas, que muestran una mayor vulnerabilidad no solo a la hora de afrontar la circunstancia actual de la sequía, sino también en sus posibilidades de modernizar sus infraestructuras hidráulicas con vistas a poder ofrecer a la ciudadanía un servicio del ciclo hidráulico eficiente y de calidad’. Igualmente, se han mostrado preocupados por el encarecimiento del precio de la energía, que en algunos sistemas, sobre todo en los de menos población, ha llegado a triplicar los costes.
El presidente de la CHG, Joaquín Páez, ha puesto sobre la mesa el papel que va a jugar en el sector el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) de Digitalización del Ciclo del Agua que modernizará su gestión en las ciudades, el regadío y la industria.
El creciente impacto del cambio climático en España y su incidencia en los recursos hídricos de nuestra Comunidad Autónoma es ya constatable. En los próximos años se estima que sufriremos una reducción de alrededor del 25 % debido al calentamiento y a la alteración del régimen pluviométrico, por lo que hay que avanzar en gestión eficiente y sostenible, que permita reducir los consumos y pérdidas y adaptarse con garantías a los efectos de este cambio climático en el conjunto de la sociedad y de la economía.