Redacción. El rector de la Universidad Pablo de Olavide, Francisco Oliva Blázquez, y el presidente del Grupo Lezama, Luis Lezama, han firmado esta semana un nuevo convenio de colaboración entre ambas entidades a través del cual se sientan las bases para la impartición conjunta de microcredenciales, un nuevo formato de formación especializada que permite la adquisición específica de capacidades y competencias adaptadas a las necesidades del mercado laboral actual.
Con este convenio se afianza una alianza estratégica entre ambas instituciones, que vienen trabajando juntas desde el año 2007 cuando se firmó el primer convenio de colaboración entre ellas para acercar los estudios de Hostelería, Turismo y Gastronomía a la Universidad, algo pionero en aquel momento en la ciudad. Desde entonces, se ha estrechado esta colaboración con la impartición de títulos propios de la UPO junto a la Escuela, como el Máster en Dirección y Administración de Empresas Hosteleras que celebra este año su decimoquinta edición. Ahora con el nuevo formato de microcredenciales, se puesta por impartir, además, formación breve y flexible basada en materias clave en el ámbito gastronómico y turístico.
Durante la firma, el rector ha resaltado que para la Universidad Pablo de Olavide los Cursos de Desarrollo Profesional Avanzado, bajo la modalidad de microcredenciales, suponen una apuesta de futuro en materia de Formación Permanente. Oliva ha destacado que este proyecto de formación a través de microcredenciales, pionero a nivel andaluz y nacional, posibilita adaptarse al reciclaje continuo que requiere la sociedad actual y ofrecer una profesionalización certificada y avalada académicamente por la Universidad.
Por su parte, el presidente del Grupo Lezama, ha señalado que «nos encontramos en una etapa en la que la alianza entre ambas entidades está permitiendo elevar la cultura de la gastronomía y del turismo a ciencia, gracias a la Universidad que aporta valor académico, tecnológico y científico». Además, Lezama ha añadido que la evolución en el sector de la gastronomía es un claro exponente de la importancia de la formación para la profesionalización. En la actualidad, en este sector, se trabaja tanto en laboratorios como en cocinas, lo que permite que se puedan comer productos testados científicamente, evaluados alimentariamente y con un contenido saludable.