Redacción. El equipo de urología del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón apuesta por los láseres HoLEP y GreenLEP en la cirugía de la hiperplasia benigna de próstata. Estas novedosas técnicas se están utilizando para la intervención denominada enucleación prostática. El uso de láseres permite eliminar de forma completa el tejido glandular prostático o adenoma de la próstata, cuyo crecimiento es el responsable de la obstrucción urinaria, a través de la uretra. La hiperplasia benigna de próstata afecta a uno de cada cuatro hombres mayores de 50 años y es el tumor benigno más común entre los que tienen más de 60 años, según datos de la Sociedad Española de Urología.
Desde hace unos años, gracias a la adquisición de este nuevo material quirúrgico, a la modernización de las instalaciones y la experiencia y la formación pormenorizada del equipo de urología, se ha estandarizado su uso en el Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, haciendo una media de más de 10 intervenciones mensuales, y sustituyendo, casi al completo, a la cirugía abierta tradicional.
La enucleación prostática consiste en introducir un láser a través de la uretra con el que se separa el componente glandular de la cápsula prostática. Luego, este tejido glandular se empuja a la vejiga, donde se fragmenta con un morcelador y se extrae a través de la misma uretra del paciente. Para la realización de esta cirugía, el servicio de urología del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón cuenta con dos tipos de láser: el láser de Holmio (HoLEP) y el láser verde (GreenLEP). Ambos garantizan los mismos resultados, y se elige uno u otro en función de las circunstancias particulares de cada caso clínico.
Juan Leal y Francisco Rivera, urólogos del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, destacan que el mayor beneficio de esta cirugía se basa en conseguir los mismos resultados que una cirugía agresiva abierta tradicional sin realizar heridas quirúrgicas, favoreciendo una rápida recuperación y reduciendo, incluso, la necesidad de portar sonda urinaria tras la intervención. “La principal diferencia con otras cirugías es que esta permite la eliminación de todo el tejido glandular prostático y, por tanto, el mayor índice de satisfacción del paciente”, añade el doctor Leal.
Esta técnica está recomendada para pacientes con próstatas de gran tamaño (a partir de 80 centímetros cúbicos) no candidatos a técnicas convencionales como la RTU (resección transuretral de próstata) o la vaporización láser, que no serían capaces de eliminar tejido prostático suficiente para asegurar la mejoría del paciente, algo que sí se consigue con la enucleación prostática. “El paciente recibe el alta, generalmente, a las 24 horas, pudiendo hacer vida normal con un reposo relativo y evitando esfuerzos durante unos días”, concreta Francisco Rivera.