Redacción. La socióloga Carmen Ruiz Repullo ha presentado en la Universidad Pablo de Olavide la investigación ‘Una realidad invisible: Violencia psicológica de género en la pareja’ que ha firmado junto Laura Pavón Benítez. Este estudio es una iniciativa de la asociación Páginas Violeta con la financiación de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía. En el acto, han participado la delegada del rector para la Igualdad de Género, Mónica Domínguez Serrano; la secretaria general de Familias, Igualdad, Violencia de Género y Diversidad, Ana Mata Rico; y la presidenta de Páginas Violeta, Teresa Alba Pérez.
Mónica Domínguez ha agradecido el compromiso de las instituciones para dar visibilidad y financiación a estas iniciativas y, en el caso concreto de la Universidad, “esta es la línea de trabajo que entendemos que debemos llevar porque la igualdad y la violencia de género son temas prioritarios para nosotras. Así, se ha referido al Protocolo de actuación para la prevención e intervención frente al acoso sexual y por razón de sexo y al Plan Estratégico para la Igualdad de Género, así como el trabajo que desarrolla la Oficina para la Igualdad. Por otra parte, ha señalado que “es importante hablar de violencias, en plural, porque muchas veces solo nos centramos en las más visibles. Pero hay otras de igual calado, como ocurre con la violencia psicológica”.
Ana Mata ha incidido en la necesidad de “condenar la violencia de género no solo el 25 de noviembre sino tener la responsabilidad de hacerlo los 365 días del año. En el siglo XXI, se siguen reproduciendo situaciones en las que las mujeres son agredidas y asesinadas, algo que no se puede permitir una sociedad”. Asimismo, ha destacado “la responsabilidad de estar cerca de esas mujeres” a través de los recursos del Instituto Andaluz de la Mujer y los Centros Municipales de Información a las Mujeres.
Por su parte, Teresa Alba ha resaltado la importancia de la colaboración entre la sociedad civil organizada y las instituciones públicas para hacer realidad este tipo de iniciativas. Sobre el estudio, ha señalado su necesidad porque “apenas tenemos datos de mujeres ‘muertas en vida’ que sufren una situación que es desconocida para la mayoría. Realmente, se produce un asesinato en la psique. Es muy sutil y por eso no hay apenas condenas”. En este sentido, ha señalado la intención de “denunciar para hacer visible lo invisible porque esto se ha convertido en una auténtica pandemia”.
Para concluir el acto, se ha proyectado el documental ‘La violencia invisible’, de María Gisèle Royo, una iniciativa de la asociación Páginas Violeta con la financiación del Instituto Andaluz de la Mujer de la Junta de Andalucía, que refleja el testimonio de seis mujeres que han sufrido violencia de género psicológica y superaron esta situación.
Un tipo de violencia que se detecta más tarde
Carmen Ruiz Repullo explica que, “hasta no hace mucho, hablar de violencia machista estaba simbólicamente relacionado con la violencia física. Sin embargo, demostrar la violencia psicológica no es fácil porque la sombra de la duda sigue planeando sobre las mujeres víctimas-supervivientes, lo que dificulta que rompan su silencio”. Como consecuencia, este tipo de violencia se detecta más tarde. Así, este estudio tiene como principal objetivo la identificación de cómo se genera el maltrato psicológico, es decir, “conocer de la mano de quienes han sufrido esta violencia sus relatos, sus rupturas de silencio. La narración de la violencia ha sido el mecanismo de identificación, no el dato”, explica la socióloga.
‘Una realidad invisible’ ahonda en conceptos establecidos en el imaginario social como el amor romántico, al tiempo que establece el marco jurídico y los datos de este contexto científico, especificando en el caso del mundo rural. Asimismo, el estudio recoge los micro y macromachismos cotidianos y la violencia que se ejerce a través de las pantallas.
Durante la investigación, las autoras se han detenido en las dificultades para identificar la violencia psicológica y los conflictos de las mujeres para identificarse como víctimas. Finalmente, establece unas estrategias de prevención centradas, principalmente, en el ámbito educativo y mediático como desmontar los valores que perpetúan la violencia de género, el trabajo en las masculinidades en positivo o la denuncia social para acabar con la impunidad de los delincuentes. Para ello, apuestan por la formación especializada en violencia de género, la actualización de los y las profesionales, la atención personalizada en la recuperación integral de las supervivientes, el apoyo del entorno y profesionales especializados y el acompañamiento.
Carmen Ruiz Repullo es profesora ayudante doctora del Área de Sociología de la Universidad de Jaén. Durante su trayectoria docente, también ha ejercido en la Universidad Pablo de Olavide.