Redacción. Esta semana se han iniciado los trabajos de excavación en la Ínsula de Neptuno que se halla dentro del complejo arqueológico de Itálica, en Santiponce (Sevilla), en el marco del Proyecto General de Investigación ‘ItalicUS’, que está liderado por la Universidad de Sevilla.
En este sentido, en las próximas semanas, los profesores de la Hispalense Fernando Amores, Jesús Acero, Francisco José García y Sebastián Vargas dirigirán a los alumnos del Grado y Máster de Arqueología en el estudio de esta enigmática edificación, situada en un lugar privilegiado de la extensión urbana de la ciudad promovida por el emperador Adriano, según destacan fuentes de la Consejería de Cultura.
La Ínsula de Neptuno, que ocupa una manzana de 6.000 metros cuadrados en superficie, está excavada «sólo parcialmente» y ofrece datos que hacen pensar en una «funcionalidad similar» a la del edificio de la Exedra. En este sentido, a pesar de carecer de un registro documental completo, los expertos suponen que, por su ubicación y características, estuvo en uso a partir de la época de Adriano y hasta los momentos en que se inicia el abandono de esta zona de la ciudad.
Según los técnicos, «lo poco que hay excavado del edificio apenas aporta información sobre su distribución espacial, pero sí se ha documentado una instalación balnearia en el extremo oeste, y una serie de salas pavimentadas con mosaico hacia el centro de la manzana».
Los baños son de «cuidada factura» y en la actualidad pueden observarse dos habitaciones que conservan los pilares de ladrillo del ‘hypocaustum’, en el área caliente y templada, así como el fondo de una piscina, en el área fría, que está decorado con el mosaico que da nombre al inmueble y que se cuenta entre los principales de la ciudad.
Se trata de un pavimento «musivario» con teselas vítreas y pétreas –‘opus tessellatum’ y ‘opus vermiculatum’– correspondientes al siglo II. El mosaico representa al dios Neptuno y su cortejo de criaturas marinas; todo en blanco y negro, salvo la figura policromada del dios.
Neptuno aparece representado con tridente, conduciendo una biga tirada por hipocampos; a su alrededor, centauros, carnero, toro y otros animales terrestres han sido transformados en habitantes del mar, al sustituir sus cuartos traseros por colas de pez. Conviven en las profundidades acuáticas con delfines, peces, moluscos y crustáceos.