22 noviembre 2024
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El Hospital de Valme desarrolla un novedoso programa de formación en Urgencias Obstétricas

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Redacción. El servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Valme de Sevilla, dirigido por Rosa Ostos, está desarrollando un Proyecto de Simulación en Emergencias Obstétricas que aporta como principales novedades: la simulación clínica como herramienta pedagógica, la participación de equipos de trabajo multidisciplinares (obstetras, matronas, anestesistas, enfermería y residentes) y su realización en un entorno tan real como el propio paritorio.

El objetivo de esta iniciativa es perfeccionar conocimientos y habilidades en la atención a las gestantes ante situaciones de alto riesgo y poco frecuentes, cuya coordinación para la toma de decisiones contribuye a optimizar los resultados maternofetales. El equipo instructor, formado por profesionales del hospital sevillano, destaca cómo la simulación integrada en la formación sanitaria ha tenido un espectacular desarrollo tecnológico en el siglo XXI: “se ha convertido en una potente herramienta, destinada tanto a la formación de futuros profesionales como a la formación continuada del personal en activo, que ayuda a potenciar la confianza y la seguridad del aprendizaje dentro de un entorno seguro”.

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El proyecto en ejecución está coordinado por la matrona Katia Suárez, la cual forma parte del equipo instructor. El mismo lo conforma un total de cinco profesionales altamente experimentados: la matrona coordinadora, el matrón Jorge Romero y los ginecólogos José Antonio García Mejido, Carlota Borrero y Miriam Sandino. Todos ellos formados por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y por la Escuela de Simulación Obstétrica del Hospital Puerta del Hierro de Madrid, centro pionero en esta práctica formativa donde se localiza el grupo de referencia a nivel nacional.

Mayor seguridad y calidad asistencial

La simulación clínica consiste en recrear un escenario para experimentar la representación de un acontecimiento real con la finalidad de practicar, aprender, evaluar, probar o adquirir conocimientos de sistemas o actuaciones humanas. Aplicada a la emergencia obstétrica, permite entrenar en equipo dentro de un entorno seguro, abordando situaciones críticas poco frecuentes. Son situaciones que se presentan durante el transcurso del parto, anteparto y postparto, en las que está en riesgo la salud de la madre y su hijo.

Según Katia Suárez, “los estudios realizados apoyan con evidencia científica la eficacia de este tipo de formación”. Destaca cómo interaccionan conocimientos, habilidades técnicas y factores humanos con el fin de proporcionar una nueva dinámica de aprendizaje efectiva y así lograr que el alumnado desarrolle un conjunto de destrezas que posibiliten alcanzar modos de actuación superiores. Todo ello, disfrutando de la oportunidad de realizar una práctica análoga a la que desarrollará en la realidad asistencial.

Por su parte, los especialistas subrayan el hecho de que las emergencias obstétricas se encuentren implicadas en la mitad de los casos de mortalidad materna en España, incluyendo cuadros muy diversos; si bien, destacan que sus resultados pueden mejorarse si se actúa con rapidez y con la coordinación necesaria por parte del equipo obstétrico.

Es por ello que, además de ser un método para la mejora de las habilidades técnicas individuales; este proyecto aporta como plus su instrumentalización como herramienta para mejorar los comportamientos del equipo asistencial. Es decir, la coordinación multidisciplinar como éxito asistencial que permite potenciar los resultados maternofetales.

A este respecto, los ginecólogos instructores hacen hincapié en cómo la simulación ha presentado en las últimas décadas un desarrollo a nivel mundial muy importante, ya que permite la adquisición de habilidades clínicas y actitudes que favorecen la seguridad del paciente. Entre sus ventajas, destacan “la posibilidad de desarrollar las habilidades relacionales que son imprescindibles para la asistencia sanitaria actual basada en el trabajo en equipo, como el control de una situación de crisis, el liderazgo adecuado de un grupo de trabajo, el reparto de tareas y la comunicación entre los miembros del equipo”.

Primer escenario urgente del programa: Hemorragia obstétrica y distocia de hombros

Esta iniciativa está concebida con entidad de programa de formación, dado que va más allá de cursos aislados en el tiempo y sin continuidad. Por el contrario, hay una programación anual con contenidos diferentes correspondientes a escenarios obstétricos críticos diferentes. El primero, ya desarrollado durante primavera, ha abordado la hemorragia obstétrica y la distocia de hombros; mientras que para otoño se ha planificado la siguiente actividad formativa de simulación clínica con el abordaje de otras dos urgencias. Es el caso de la eclampsia (complicación del embarazo donde la gestante presenta presión arterial alta y otras afecciones) y el prolapso de cordón (posición anormal del cordón por delante de la parte de presentación fetal,que provoca la compresión del cordón por parte del feto durante el trabajo de parto y provoca una hipoxemia fetal).

Según Jorge Romero, matrón implicado en este proyecto como instructor, la distocia de hombros constituye uno de los mejores ejemplos de la efectividad de la simulación en la mejora de la seguridad del recién nacido: “es una de las emergencias más agudas y en las que la simulación ha demostrado que puede mejorar de una manera real el pronóstico fetal, mejorando los resultados para posteriormente reducir a cifras increíblemente bajas la morbilidad fetal asociada (parálisis braquial permanente)”.

De este modo, las actividades con el equipo tecnológico de simulación permiten medir la fuerza de tracción subjetiva sobre el cuello fetal para predecir daño neurológico sobre el plexo braquial y así modular la fuerza aplicada por el alumno.

Formación de excelencia

Una característica diferencial de este programa de formación y perfeccionamiento, que aporta valor añadido, es su materialización en instalaciones quirúrgicas; es decir, en un entorno real (no aproximado mediante aulas de formación como ocurre habitualmente), en las que se trabaja a diario y con el personal habitual en sus diferentes roles laborales durante la atención de la urgencia obstétrica. Concretamente, la formación práctica se ha llevado a cabo en uno de los paritorios del Hospital Universitario de Valme, previa clase teórica a la sesión de simulación para afianzar conocimientos.

Por su parte, el simulador de parto ha sido cedido mediante la colaboración del Excelentísimo Colegio Oficial de Enfermería de Sevilla. Se trata de un equipo `Pelvis PROMPT´ (Practical Obstetrics Multiprofessional Training).

Asimismo, el despliegue del programa formativo ha tenido en cuenta la organización de grupos pequeños en las sesiones prácticas al objeto optimizar el rendimiento en la adquisión de destrezas asistenciales. De tal modo que los grupos se han dividido en dos: uno realiza de forma activa la simulación y la otra mitad son expectadores silenciosos. Y, posteriormente, en la siguiente simulación se han invertido los papeles con la misma emergencia obstrética para concluir con un `debriefing´ (estrategia efectiva para proporcionar evaluación de la formación y facilitar el desarrollo profesional ), como práctica para la mejora continua.

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