Redacción. El equipo de Terapia Ocupacional de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil (USMIJ) del Hospital Universitario de Valme de Sevilla ha organizado un Programa de Verano para los meses de julio y agosto como oportunidad para llevar a cabo la continuidad asistencial en aquellos menores con los que desempeña actividades a lo largo del curso escolar y, simultáneamente, mantener el seguimiento de aquéllos que requieren de una mayor atención.
De esta iniciativa se podrá beneficiar cerca de un centenar de menores, de entre 7 y 17 años de edad; además de pacientes activos en las distintas modalidades de intervención individual de forma paralela en el mismo período. De este modo, se aprovecha la época estival donde los menores y sus familiares muestran una mayor disponibilidad para acudir con un horario más intenso, realizando actividades dentro del dispositivo asistencial de la USMIJ y programando otras de carácter comunitario.
El Equipo de Terapia Ocupacional está integrado por dos terapeutas ocupacionales, una monitora y una técnica en cuidados auxiliares de enfermería. Los mismos ponen en valor los beneficios de las actividades comunitarias: “favorecen las habilidades relacionales en un entorno natural”. De tal forma que los grupos de usuarios comparten aquello que conocen de su entorno y los espacios comunitarios, su configuración, sentido y repercusión que tiene para la convivencia y la organización social.
La programación se basa en actividades que adquieren un carácter más jovial y excepcional que las realizadas durante el resto del año al objeto de fomentar la participación en la comunidad a través de la creación de espacios lúdicos y psicoeducativos. Precisamente los profesionales de este dispositivo asistencial ha organizado numerosas actividades con un carácter lúdico-terapéutico para despertar la motivación e interés de los niños/adolescentes, adaptadas a la edad y características individuales de los pacientes.
Entre las actividades que se está realizando, destacan las visitas a los espacios culturales de Sevilla y la exploración del barrio de Bellavista, participando de sus estructuras, tales como el centro cívico, el huerto urbano y el mercado de abastos. Para todo ello, el desplazamiento se organiza con transporte público, trabajando las habilidades instrumentales de la vida diaria.
