Redacción. El Gobierno municipal ha intervenido en el acerado de la calle Adriano que ya es más accesible tras años de abandono.
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, señala que “tal y como me comprometí con los vecinos estamos actuando de manera inmediata en los puntos más sensibles de la ciudad en los que la dejadez y el abandono eran evidentes, como es el caso de la calle Adriano, donde no se interviene en el acerado desde hace años, donde hemos duplicado el número de alcorques y la obra ha acabado en tiempo y forma”.
“Una de las primeras medidas que hemos tomado es intervenir en este tipo de calles donde el estado del acerado era lamentable, provocando problemas de seguridad entre los peatones, al haber riesgo de caídas, así como graves problemas en los árboles, que se encontraban aprisionados por el acerado”, ha detallado Sanz. Ha añadido que, además, “estamos hablando de calles que eran totalmente inaccesibles para personas con movilidad reducida o para el paso de carritos de bebé, por lo que queremos acabar con todos estos inconvenientes y con la dejadez de estos ocho años”.
Sanz ha detallado que “Urbanismo comenzó el pasado día 8 de agosto la renovación del acerado de la calle Adriano que discurre junto a la fachada de la Plaza de Toros de la Maestranza y la ha finalizado en tiempo y forma, justo antes del ciclo de corrida de toros de San Miguel”. Del mismo modo, ha reiterado que “este tramo de acera presentaba un mal estado de conservación, con numerosas deficiencias en su solería a causa de anteriores calicatas de las compañías de servicio, por lo que se ha optado por retirar totalmente la actual y sustituirla por nuevas losas de terrazo hexagonal, idénticas a las existentes”.
Además de esta nueva pavimentación, Urbanismo ha ampliado las dimensiones de este acerado para hacerlo más cómodo al tránsito de los peatones, y ha instalado nuevos alcorques para próximas plantaciones de arbolado, pasando de al doble de árboles: de siete a catorce ejemplares que serán colocados en época de plantaciones. El coste de las obras ha rondado los 75.000 euros.
Del mismo modo, el alcalde ha indicado que “no se han eliminado plazas de aparcamientos y con esta mejora de las condiciones urbanísticas de este tramo de acerado, se amplían los metros de acera repavimentados de la calle”. Ha añadido que “esto es un ejemplo más del modelo de intervención y planificación que estamos implantando en la ciudad para mejorarla, transformarla y hacerla más cómoda para los vecinos resolviendo los problemas de accesibilidad, imagen y arbolado”.
Además, el alcalde de Sevilla ha manifestado que, en paralelo, desde la Gerencia de Urbanismo estamos trabajando en la redacción de un proyecto integral para todo el entorno de las Atarazanas, calle Adriano, Zaragoza y Antonia Díaz, que consiste en la reurbanización integral y rediseño de las vías de estas calles, con el objetivo de que cumplan con los criterios de pavimento homogéneo, acorde al conjunto histórico y características de estas vías, plataforma única, accesibilidad y más arbolado. Esto supondrá, además, el desbloqueo del proyecto de reurbanización de la calle Zaragoza.
Sustitución de especies
Por otro lado, el área de Parques y Jardines señala que la nueva especie de árbol que será plantada en este tramos será la Styphnolobium japonicum, que aportará sombra y que está dando muy buenos resultados en la ciudad. Todo ello dentro de un rediseño de los alcorques con materiales y dimensiones de calidad, con cambios en las distancias de separación a fachadas y marcos de plantación. Ejemplares que a corto plazo alcanzarán un porte natural que permitan maximizar los beneficios ecosistémicos del arbolado de la zona.
En este sentido, Parques y Jardines ha recordado que debido al problema de fitopatología y estructural que presentaban los anteriores ejemplares de Platanus Hispanica, tras un exhaustivo informe, tuvieron que ser apeados por el riesgo inminente de caída que presentaban. Desde 2018, hasta la fecha, se ha intentado mantener estos ejemplares dentro de unos parámetros de riesgo tolerables, realizando evaluaciones profesionales con el uso de testificación avanzada como resistógrafos, tomógrafos e incluso técnicas de georradar. Por ello, mantener estos ejemplares después de alterar el área crítica de anclaje, suponía pasar a un riesgo alto. El riesgo sería que un árbol hubiese volcado y causado daños graves sobre personas.