Fermín Cabanillas. El municipio de El Madroño se localiza en las estribaciones de la Sierra de Aracena, en un entorno serrano de colinas de mediana altitud y escasa pendiente, entre las que circulan pequeños arroyos estacionales.
En las cimas de los cerros son frecuentes los afloramientos rocosos que dan lugar a característicos roquedos, con bloques pétreos de diferentes tamaños fragmentados a causa de los cambios bruscos de temperatura. Esto es lo que ocurre en el Cerro del Riscal, localizado a 1.5 km del caso urbano, y con una altura de 368 m.
En su cumbre se encuentra una aglomeración de grandes bloques rodeados de otros menores desprendidos de los anteriores, formando un conjunto que da lugar a algunas oquedades y pequeñas cuevas, que debieron servir de refugio y abrigo en épocas prehistóricas.
En algunas caras de estos bloques se han descubierto petroglifos, unos grabados en la roca en los que predominan los círculos concéntricos, y cuya cronología se atribuye al período del Bronce Medio. Realizados mediante incisiones en la roca, se distribuyen en grupos, aunque también existen algunos aislados del resto. Los motivos son diversos, predominando los círculos simples o espirales y los de formas de escudo o escutiformes. Se trata de los primeros petroglifos de estas características descubiertos en la provincia de Sevilla.
El Cerro del Riscal y su entorno estuvieron afectados por el gran incendio de 2004. Antes del mismo la zona contaba con el característico paisaje de tipo mediterráneo, con pastizales, dehesas con arbolado predominantemente de encinas y acebuches, y monte bajo, así como zonas con pino y eucalipto. En la actualidad, la zona está repoblada con especies autóctonas como encina, alcornoque y especies arbustivas propias de monte bajo.
Información: Prodetur.
