El artista sevillano Joselito Cortés ha estrenado el que se convierte en su segundo tema escrito de puño y letra por él, «Yo tengo un plan», que ya puedes escuchar aquí y en todas las plataformas digitales desde el pasado viernes 4 de octubre, y con el que ha entrado directamente en el top 50 de una de las listas más importantes de Spotify como es Novedades Flamenco, posicionándose entre los 30 primeros. El videoclip, que puedes ver aquí, ha sido dirigido por Miguel Morián y producido por Marcos de Pruna.
Tras firmar con su nueva compañía discográfica hace escasas semanas, Réver Music Spain, el intérprete de ‘Mala malita mala’, que ha ofrecido multitud de actuaciones en directo a lo largo de todo el verano, regresa con un tema que se postula como uno de los éxitos de este otoño por su carácter festivo a la vez que familiar, y porque cuenta con Raúl Cabrera como coautor, a quien le respaldan dos discos de oro por sus letras y más de 200 millones de plays en YouTube con diferentes artistas y singles.
Para ‘Yo tengo un plan’, Joselito Cortés ha contacto con Jesús Garrido al bajo, Jairo Blanco a la guitarra flamenca, Javier Ktumba en cajón y palmas y Nacho Bumburo en los coros. Los arreglos musicales y la producción llevan el sello de José María Nieto, mientras que el mastering ha corrido por cuenta de Miguel Ángel Black Box.
Sobre Joselito Cortés
Nacido en Marchena (Sevilla), Joselito Cortés comenzó como empiezan muchos cantantes, ofreciendo conciertos en salas musicales, discotecas y fiestas privadas durante 15 años con sus primos, hasta que ha emprendido su nuevo camino, “un camino decidido, en el flamenco pop”, al que ha llegado para quedarse.
“Mi objetivo es llegar a cuanto más lejos mejor. Tengo claro que esto no es fácil, y que hay que estar en la lucha cada día”, quien espera “que Dios me pondrá donde me tenga que poner”.
Joselito Cortés vive en la “cuna de cantaores” como Pepe Marchena, Pepe Palanca y Tía Jilica, y de guitarras que pertenecen ya a la historia del flamenco, como las de Melchor de Marchena y su saga continuada por Enrique de Melchor y Melchor Chico, por lo que “de abuelos a padres y de padres a hijos” el flamenco manda en su apellido, donde “quien no tocaba el piano, tocaba la guitarra, unos bailaban, otros cantaban…”, de modo que era complicado que no terminara siendo cantante.