Redacción. Desde la distancia de su concentración con el equipo español sub23 en tierras catalanas pero como un fruto más de la inagotable cantera de remeros del Club Náutico Sevilla criados en la dársena del Guadalquivir, Rocío Laó (Sevilla, 1996) muestra su ambición, a corto y largo plazo.
Lo hace mientras compagina sus estudios de Grado en Psicología, que cursa tras completar el Grado Superior de Actividades Físicas y Deportivas, con sus entrenamientos con la selección en el Centro Especializado de Tecnificación Deportiva de Bañolas, donde el 1 de octubre iniciaba la nueva temporada.
Atrás queda un curso 2018 en el que esta trianera del Parque Rubén Darío ha disputado hasta dos Campeonatos del Mundo y se ha colgado un bronce en Italia defiendo los colores del equipo español, además de varias medallas a nivel nacional con el Club Náutico.
– ¿Cómo se inició en el remo?
– Me apetecía hacer algún deporte, y cómo me apunte con 10 años y me quité por miedo al río, a los 12 decidí volver, comencé de nuevo los cursillos, con Dani Sierra, hasta que conseguí entrar al equipo y me quedé.
– Y un día le llama la selección española…
– En 2014 me propuse entrar en la selección española, siendo juvenil de segundo año. Empecé a remar en dos sin timonel con mi compañera Valeria Palma y fuimos juntas primero a las convocatorias de la selección y luego a varias competiciones internacionales. Ese año fuimos a los Juegos Olímpicos de la Juventud en China y logramos dos oros en la Copa de la Juventud de Francia.
– Los esfuerzos tienen su recompensa.
– Claro que los tienen. Es duro madrugar cada día para entrenarse, hacer doble y a veces hasta triple sesión de entrenamientos y sacrificar muchas cosas por el remo, pero después merece la pena porque estás haciendo lo que de verdad te gusta e intentas conseguir tus sueños y objetivos.
– Pero tiene que ser duro estar todo el año fuera de casa.
-Es duro, pero hago lo que me gusta y allí estoy a gusto y me siento preparada para entrenarme duro cada día. Cuando puedo me escapo algún fin de semana a casa a ver a la familia y los amigos.
– El año pasado, quinta en el Mundial sub23 y este año, séptima. No pudo ser esa medalla.
-Este año no pude estar el tiempo suficiente con mi compañera de doble scull, la catalana Estel Boix, y no nos entrenamos mucho tiempo, tan sólo un mes y algo antes del Campeonato del Mundo. La semifinal en la que nos quedamos fuera de la final A por dos segundos fue muy dura. Aunque la peleamos muchísimo, no conseguimos meternos entre las seis primeras del mundo, que era el objetivo.
– Pero debuta en un Campeonato del Mundo absoluto.
– Este año me dieron la oportunidad de remar en el Campeonato del Mundo absoluto. Me pareció una gran recompensa después del año tan duro y todo lo que me entrené. No tuve el mejor resultado (16ª en doble scull ligero), pero he ganado muchísima experiencia y sobre todo muchas ganas para empezar la siguiente temporada y para intentar clasificarme para Tokio 2020.
– ¿Cuáles son sus próximos objetivos?
– Participar en los próximos Mundiales y en la clasificatoria olímpica para Tokio 2020.
– Aunque a día de hoy no es la única internacional del Club, ¿se siente un referente para sus compañeros de sección en el Náutico?
– Yo aprendo de mis compañeros de club, por ejemplo los internacionales Javi García y Jaime Canalejo, un gran ejemplo a seguir, y yo espero ser un ejemplo para el equipo del Náutico que quiera conseguir en un futuro los mismos objetivos que yo.
– Un consejo a los que empiezan en este deporte.
– El remo es un deporte duro, que al principio cuesta y requiere mucho sacrificio, pero si de verdad te gusta, casi no va a costarte ningún esfuerzo entrenarte duro y cada día. Es una pasión.
– ¿Y a modo de despedida?
– Entrar en la selección o conseguir una medalla en un Campeonato de España parece difícil, pero con entrenamiento, actitud positiva y sacrificio, se consigue.
