18 noviembre 2024
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Un sevillano ejemplar, que ‘siempre empezaba tarde pero llegaba a tiempo’, cumple 90 años

El matrimonio González Limón con sus siete nietos.
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José González Delgado y Myriam González Limón, su hija, en una inauguración de curso universitario.

J.A. de Mora. Los actores Leonardo di Caprio y Demi Moore, el escritor Noah Gordon, la periodista Victoria Prego, o la cantante Luz Casal cumplen hoy años; se conmemora un siglo exacto del fin de la primera guerra mundial pero aquí en nuestra ciudad, mucho más cerca, un conocido y polifacético catedrático sevillano amanece en un día muy señalado. Hoy José González Delgado inicia su etapa de nonagenario aunque, dada su vitalidad, más bien podría calificarse como ‘noventón’.

José González con su mujer, Mª Teresa Limón, y sus hijos Teresa, Mariela, Myriam y José Manuel.

El hecho, nunca aleatorio, de haber nacido en un 11 del 11 ya nos predispone a observarlo como una persona especial. Si a ese dato biográfico le añadimos su trayectoria y le sumamos su visión -y ejercicio- de la vida, obtenemos un apasionante perfil personal que no podemos pasar por alto, y que queremos compartir a partir de la emotiva efeméride.

Prodetur Diputación de Sevilla
En la etapa de consejero de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.

González Delgado, en la actualidad y desde hace mucho tiempo -58 años en nuestra capital- es un sevillano con una notoriedad humana y profesional indiscutible. Tantos años de extraordinaria actividad han permitido que muchísima gente lo conozca y admire. Habiendo sido consejero de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía y diputado en el Congreso Español, doctor en dos carreras -ingeniero agrónomo y economista-, licenciado en otra -Derecho-, actuario de Seguros,  ejerciente profesional, catedrático de universidad y aficionado activo a muchas cosas -gastronomía, por ejemplo-, su visión y abanico vital es tan amplio que se necesitarían muchos artículos como este para aproximarse a una descripción o análisis de su trayectoria.

González Delgado ha formado parte del órgano rector de las universidades españolas.

Hay que felicitarse cuando un conciudadano alcanza los noventa años, y que lo haga en el estado tan ilusionante como lo hace nuestro protagonista. Pero es importante, además -porque es una oportunidad para todos- que miremos hacía él y bebamos de ese caudal de aprendizaje que este singular modelo como persona nos puede ofrecer.

La historia de José González da para un libro y para una película. Sus multifacetas, su miscelánea vital sorprende por la capacidad que uno imagina que hay que tener para afrontar tantas perspectivas y desarrollar tamaña intensidad creativa, de esfuerzo y superación. Sus modestos orígenes, nació en el corazón del Andévalo onubense, acrecentan su hito personal y le otorgan sin reservas el calificativo, en la mejor de sus acepciones, de triunfador.

El matrimonio González Limón con sus siete nietos.

Hijo de campesinos, su afán por superar ese, a priori, humilde punto de partida, le lleva a disfrutar aprendiendo, leyendo, no poniéndose límites aun asumiendo la dureza de la pendiente cuesta arriba que tenía que recorrer. Sus padres eran agricultores, arrendatarios del terreno que cultivaban, y los propietarios del mismo también sugerían -apreciando las cualidades del chico- que no podía perder la oportunidad de formarse al máximo nivel.

Entregandole un ejemplar de su libro ‘Cocina, Gastronomía y Salud’ a Juan Maria Arzak.

 

Como el aguardiente de Alosno, preparado para fríos inviernos y calurosos veranos, Pepe González tuvo que separarse de su hogar para estudiar, primero en Sevilla, en Huelva y luego en Madrid, volviendo a Andalucía tras culminar su formación como ingeniero agrónomo -con el número 2 de su promoción-, a dedicarse a uno de sus amores existenciales, el campo de nuestra tierra. Lo hizo como funcionario y también como profesional libre.

Con el presidente andaluz, Rafael Escuredo.

 

Ese campo, la sociedad y la universidad han sido los ejes que han compartido con su familia la fecunda dinámica de este ciudadano ejemplar. La agricultura, en el plano profesional como técnico cualificado y también como político, impulsando desde sus altas responsabilidades el avance del campo andaluz, se confirma como una pasión para González Delgado que termina siendo compartida como tal con la Universidad, donde culmina una espectacular carrera -habiendo formado parte del órgano rector de las universidades españolas- siendo el primer catedrático emérito de la Facultad de Económicas y Empresariales de Sevilla.

En una gran concentración familiar.

La intensidad de su vida, coronada en el ámbito familiar -esencial para el-, con su mujer –Mª Teresa– y cinco hijos –Teresa, Mª José (fallecida hace tres años), Mariela, Myriam y José Manuel-, le han permitido llegar a este simbólico cumpleaños como alguien que se siente satisfecho. Según su criterio ‘la felicidad es un estado de ánimo, al que se llega sin darnos cuenta, aunque el acercamiento es asistólico y nunca se alcanza, si bien sea grande la cercanía …hemos logrado conseguir todo lo dicho, y hemos depurado una libertad integradora y la equidad está presente en las organizaciones del conjunto social en el que convivimos‘.

Alosno, su localidad natal. / Foto: escapadarural.com

Vida, Amor y Salud son los conceptos básicos sobre los que ha girado su interés, su motivación. Los amigos, tras la familia, los entiende González Delgado como la esencia del caminar. Mira hacia atrás y admite que siempre ha tenido la necesidad de dar sentido a su vida. ‘No puedo pensar en que somos iguales que los seres irracionales e inanimados; me parece que el ser humano es un fin en si mismo y no un medio, como los primeros‘.

Reconoce como referentes a sus padres, entre otros valores por su capacidad de sacrificio; y a muchos de sus profesores, por la huella dejada en él. Consiguiendo compatibilizar desde su niñez -campo y estudio- tantas vertientes de actividad, y habiendo siempre aspirado -y alcanzado- lo más alto, José González Delgado se define como alguien que ‘siempre empezaba tarde pero llegaba a tiempo‘, al que las circunstancias de la vida infirieron un cierto retraso en la línea de salida aunque con su tesón al final llegaba a la de meta en el momento oportuno.

La facultad de Económicas y Empresariales de Sevilla, donde ha desarrollado una trascendental labor./ Foto: fedeme.

El nuevo nonagenario tiene claro que la Educación es un concepto primordial. Para el ‘nada podría decir que no fuese un infinitésimo de mi altísima valoración, consideración y estima sobre la educación. La entiendo como lo más importante que podemos hacer con nuestros hijos. Nada hay comparable con la formación seria, responsable y rigurosa de nuestros jóvenes. Y esto, que siempre ha sido cierto, ahora es mucho más, en nuestra sociedad de la información y el conocimiento, que ya ha despegado. Un bonito slogan sería: Nada sin educación‘.

En un desempeño oficial.

La educación es la potente herramienta que nos hace más iguales, sin distinción alguna; y, sobre todo, nos permite la libertad individual, imprescindible para una sociedad democrática y con sentido solidario, no egoísta. Sin un nivel suficiente de formación, la democracia es imperfecta y sufre defectos notorios, con apuntes perniciosos insolidarios‘.

Como anécdota curiosa, este académico tan relevante -con diversos premios a la excelencia en sus expedientes- tuvo un suspenso en Economía de la Empresa, firmado por el profesor Fernández-Pirla. Superó la asignatura a continuación con un sobresaliente.

González Delgado señala que ‘la familia y los amigos son piezas claves del desarrollo y progreso humanos. La familia es la célula de la sociedad y casi nada hacemos fuera o al margen de ellaSi nos congelaran, y nos reanimaran pasados unos doscientos años, si fuera posible, encontraríamos nuestra ciudad completamente cambiada y ningún familiar ni amigo podríamos saludar, abrazar charlar con él; seríamos un ser fuera de contexto y entraríamos en un estado horrendo y destructor; me imagino que, la locura sería lo menor. Los amigos son la continuación de la familia e imprescindibles para completar nuestra existencia‘.

Para nuestro protagonista un buena noticia sería la ocupación y especialmente en el sector agrario, y que el abandono escolar fuese nulo, mejorando la renta per cápita de los agricultores.

La familia de José González Delgado.

Generoso y agradecido, recuerda a muchos compañeros en sus diversas profesiones que le ayudaron al mejor desempeño de sus funciones y obligaciones en las diversas facetas de su vida.

Tantos logros en 90 años que han tenido abundante cosecha en su descendencia. Titulados en varias carreras -arquitectura, economía, derecho, graduado social- , funcionarios públicos todos y, en particular, dos profesores titulares de universidad, demuestran que José González, aparte de realizar tantísimas actividades profesionales y públicas, ha sido capaz de orientar debidamente a su propia familia en ese valor tan destacado que abandera, la educación. Buenas personas, amigos de sus amigos y reconocidos por una sociedad, la sevillana, que sabe señalar los valores de sus gentes, sobre todo si alcanzan el nivel que esos fructíferos noventa años -en todos los órdenes de la vida- de José González Delgado nos muestran felizmente.

Enhorabuena y muchísimas felicidades.

1 comentario en «Un sevillano ejemplar, que ‘siempre empezaba tarde pero llegaba a tiempo’, cumple 90 años»

  1. Además de sevillano ejemplar, decir que es un Alosnero ejemplar.Personas como él no nacen todos los días. Deberían de poner una calle con su nombre en el pueblo de Alosno.

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