Redacción. El almirante jefe de Estado Mayor de la Armada Española, Teodoro López Calderón, preside este domingo 2 de junio el acto del 75 aniversario de la creación del Museo Marítimo de la Torre del Oro de Sevilla, que tendrá lugar en las inmediaciones de la citada torre defensiva almohade.
El 21 de marzo de 1936, por orden del Ministerio de Marina y a propuesta del Patronato del Museo Naval, se dispuso la instalación del Museo Marítimo en la Torre del Oro. De esta manera, en septiembre de 1942 comenzaron las obras de restauración y adecuación, en las que se mejoró el aspecto de la fachada y se prepararon las plantas baja y primera como salas de exposición. Así, el museo se inauguró en el año 1944.
La Torre del Oro es una torre albarrana del siglo XIII, situada en la margen izquierda del río Guadalquivir. Esta torre, de 36 metros en la actualidad, defendía la entrada fluvial hacia el Puente de Barcas y, por tierra, el acceso a la zona del Arenal con su actividad industrial. Esta torre se unía a la Torre de la Plata, ubicada en la actual calle Santander de la capital hispalense, a través de unos lienzos de muralla llamados ‘coracha’ que a su vez lo hacían con el Alcázar.
El nombre de la Torre del Oro en árabe es ‘Borg al-Dsayeb’ y hace referencia al brillo dorado que se reflejaba sobre el río. Durante las obras de restauración de 2005, se demostró que el brillo, atribuido hasta entonces a un revestimiento de azulejos, era debido a una mezcla de mortero cal y paja prensada. Esta torre está formada por tres cuerpos, los dos primeros son dodecagonales, construidos en 1221 por el gobernador almohade Abù-I-Ulà. El tercero es cilíndrico y rematado con cúpula de azulejos dorados construido en 1760 por el ingeniero militar Sebastián Van der Borcht.
La Torre del Oro fue declarada monumento histórico-artístico en 1931 y ha sido restaurada en varias ocasiones, en concreto, en 1900, entre 1991 y 1992, en 1995 y en 2005.
En su conservación ha sido importante la labor de la Armada Española quien la mantiene en buen estado con el objeto de albergar el Museo Marítimo de Sevilla. Antes de ser museo, el monumento fue usado como capilla, prisión de nobles, almacén de pólvora, oficinas de la Capitanía de Puerto y Comandancia Naval.