Redacción. Las ‘Chicas Rosas’ del Hospital Universitario de Valme acaban de culminar su Cuarta Ruta Jacobea dentro de un proyecto terapéutico organizado por profesionales de la Unidad de Patología Mamaria de este centro. Bajo esta denominación, acuñada por mujeres tratadas de cáncer de mama, cada año y con más fuerza se identifican con el mismo un número mayor de participantes, quintuplicando en la edición actual la primera experiencia iniciada en el año 2016.
La cirujana Carmen Delgado es la coordinadora de esta iniciativa que este año ha conseguido reunir a un grupo formado por un total de 29 Chicas Rosas (26 con cáncer de mama y tres con cáncer de ovario). Sus protagonistas subrayan la dureza y grandiosidad del camino cuyo reto han cumplido a través de un gran esfuerzo físico y mental, permitiendo desestigmatizar una enfermedad convertida en el tumor maligno más frecuente en las mujeres y en la primera causa de muerte por cáncer en las féminas.
El itinerario trazado para esta Cuarta Ruta Jacobea se ha desarrollado entre Orense y Santiago de Compostela siguiendo la ruta del Camino Sanabrés. A lo largo de seis etapas se han recorrido un total de 123 kilómetros pasando por las siguientes localidades: Cea, Castro Mozón, Laxe, Bandeira y Outeiro.
Quintuplicada la participación de Chicas Rosas. Desde que hace cuatro años se iniciara este proyecto, ha conseguido consolidarse quintuplicando su participación. Si el primer camino de este proyecto contó con cinco mujeres tratadas de cáncer de mama, en el segundo participaron 13 y en el tercer camino fueron 17; el cuarto y actual ha dispuesto de la participación de 26 mujeres afectadas. Además también se ha querido unir a esta iniciativa otras dos mujeres con cáncer de ovario, dos hombres con patologías oncológicas y un viudo de una mujer fallecida de cáncer de mama. Un grupo de peregrinas que este año asciende a 64, incluyendo a profesionales de la Unidad de Patología Mamaria de Valme y familiares de las Chicas Rosas.
El primer Camino de Santiago realizado por estas mujeres luchadoras contra el cáncer de mama fue el itinerario de Sarria-Santiago, la segunda ruta escogida fue la de Santiago-Fisterra-Muxía; en la tercera ocasión coronaron la ruta del Camino Lebaniego y esta cuarta actual ha correspondido al Camino Sanabrés.
Según su coordinadora, la cirujana Carmen Delgado, “el enriquecimiento de la convivencia en torno a un proceso de salud tan complicado y largo ha logrado potenciar esta actividad física, permitiendo empoderar a estas mujeres luchadoras que nos dan lecciones de vida”.
Al respecto, las Chicas Rosas valoran muy positivamente la iniciativa: “esta experiencia nos ayuda a reforzar nuestra autoestima para continuar retando a la vida”.