M.C. Contreras. Hace casi 30 años, los jardineros del Ayuntamiento de Sevilla pusieron en marcha una actividad que nada tenía que ver con su trabajo, y formaron una asociación cuyo principal fin es fomentar el hábito de la lectura y las actividades culturales.
La asociación lleva el nombre de ‘Pinsapo’, una especie de abeto, perteneciente a la familia Pinaceae del sur de la península ibérica y el Rif, que puede llegar a alcanzar los 30 metros de altura, y supone el nombre y símbolo de una entidad que no ha dejado de trabajar durante un cuarto de siglo para intentar que la lectura no tenga fronteras, sea cual sea la dedicación de una persona.
Su presidente es Luis Manuel Guerra, un hombre que es, además, un activo defensor del legado de Gustavo Adolfo Bécquer, y que con sus compañeros ha conseguido, como último reto, que se logre tener un punto de lectura en pleno Parque de María Luisa, donde se centraliza el trabajo de muchos de estos defensores de la cultura.
Eso sí, como la asociación ya tiene sus años, algunos de los jardineros originales que la crearon ahora tienen otras ocupaciones en el Ayuntamiento, o bien «han dejado su trabajo o han fallecido», pero unas 90 personas se mantienen al frente con el fin de que se mantenga activa.
Punto de lectura. Por eso, se congratula de conseguir cosas como el punto de lectura en el parque, que como otras muchas grandes cosas, nació casi de una casualidad, y del hecho de que Guerra es amante también del Ateneo, la institución cultural decana de las que existen en Sevilla capital.
«Una vez que fui al Ateneo vi que tenían unos 200 libros en excedente, y les comenté la idea de que me los cedieran, y poco a poco fuimos gestionando crear un punto de lectura en el Parque, concebido como un lugar con varios fines, porque se puede entender como un lugar de préstamo de libros, o bien para liberarlos y coger otros nuevos, un espacio libre para intercambiar», explica Guerra.
Además, ‘Pinsapo’ esta en contacto con la red de bibliotecas del Ayuntamiento de Sevilla para que su punto de lectura sea también un lugar de entrega y recogida de libros, como cualquier otro edificio destinado a ese fin en la ciudad.
Eso sí, una vez abierto el punto de lectura, «necesitamos del apoyo y de la solidaridad de todos aquellos colectivos que propician la cultura, por lo que todas las manos y ayudas serán bienvenidas, todo ello en torno a la Glorieta de Torcuato Luca de Tena, situado junto a la Plaza de España.
Por eso, cualquier persona que tenga un libro almacenado, lo puede entregar en este nuevo punto de lectura, y ese libro será prestado, liberado o puesto en manos de cualquier persona que quiera leerlo en el entorno del parque sevillano.
La asociación entrega anualmente su ‘Pinsapo de Plata’, que ha ido a parar a personas como Carmen Laffón o colectivos como ‘Noches del Baratillo’, e incluso se le concedió al Parque Natural Sierra de Grazalema, mientras que la edición de 2016 se ha reservado para el jefe de servicio técnico de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Rafael Carretero.
‘Pinsapo’ busca que la cultura no tenga fronteras, y que cada día, cualquier persona tenga una excusa para escribir un poema o leer un libro, sin importar cuál es su dedicación diaria, sino que tenga pasión por la cultura en cualquiera de sus vertientes.