Redacción. La compañía especializada Dédalo Bienes Culturales S.L., adjudicataria del contrato licitado por el Ayuntamiento de Sevilla a través del Área de Parques y Jardines para la restauración de 7 de los conjuntos escultóricos de las Victorias Aladas del Parque de María Luisa, ha concluido ya la fase principal del trabajo en el taller y tan solo le queda colocar las réplicas de piezas perdidas hace muchos años para, así, devolver las esculturas a su imagen original –1914– y retornarlas al emplazamiento habitual, la Plaza de América, a lo largo de septiembre.
Esta actuación, que cuenta con un presupuesto total de 182.405 euros, se suma a la recuperación, hace ahora justo un año, de otras cuatro Victorias Aladas, con 79.000 euros de importe en licitación. Las siete actuales en restauración fueron bajadas de sus pedestales a principios de la primavera pasada y trasladadas al taller. El trabajo desarrollado hasta ahora ha consistido en tratamientos biocidas; limpieza mecánica de superficies y química; consolidación para las superficies alteradas; reposición de los morteros en juntas según original; reintegraciones de mortero; cosido y sellado de grietas y pegado de fragmentos; y tratamientos hidrofugantes y antigrafitti, sin que alteren la superficie.
Para el trabajo de reintegración de piezas perdidas y reconstrucción, primero se ha procedido al modelado de las mismas en arcilla siguiendo los modelos originales y a realización de moldes en silicona. Después, tras ejecutar pruebas de color, un taller especializado ha realizado la reproducción de estas piezas en resina acrílica y fibra de vidrio, un material resistente a la intemperie y que no presenta reducción de su tamaño al secar. Y la fase que queda aún por concluir es anclar las reproducciones a las esculturas, mediante fibra de vidrio y resina resistente a los rayos UV. Entre las piezas perdidas de estas Victorias Aladas destacan brazos, alas y coronas de laurel, que se han rescatado tras un trabajo histórico e infográfico.
“Esta actuación se enmarca en la amplia estrategia de recuperación del patrimonio histórico del Parque de María Luisa, y que ha tenido sus mayores exponentes en los últimos años en la recuperación del conjunto escultórico de la Glorieta de Bécquer, al que se ha vuelto a su diseño original, la restauración de las fachadas del Pabellón Real, la restauración de las esculturas de las niñas de las Fuentes de las Palomas, la reparación del puente de la Isleta de los Patos y la intervención sobre las cuatro primeras Victorias Aladas”, ha desgranado David Guevara, delegado de Transición Ecológica y Deportes del Ayuntamiento.
Esta estrategia municipal se enlaza, además, con la de recuperación del patrimonio histórico con un programa plurianual de 35 millones de euros en inversiones (2017-2021) y la próxima elaboración de un Plan Director del Patrimonio, todo ello por iniciativa del Área de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo del Ayuntamiento y en coordinación con otras áreas municipales (Parques y Jardines, Urbanismo y Edificios Municipales). Para desplegar toda esta estrategia, en el actual equipo de gobierno se ha gestado una Delegación de Patrimonio Municipal e Histórico y Artístico.
“Junto con la recuperación del patrimonio histórico del Parque de Maria Luisa, está también la mejora de su patrimonio vegetal y de infraestructuras interiores. Y todas estas actuaciones alcanzan los 3,5 millones de euros en inversiones municipales en los últimos cuatro años”, ha concluido el delegado responsable del Área de Parques y Jardines
Las Victorias Aladas. La Plaza de América fue proyectada por Aníbal González en el año 1912 con algunas variaciones introducidas en 1914. La ornamentación se completa con el conjunto de esculturas de Victorias Aladas, semejantes a las de la Exposición de Turín de 1911, y que rematan las columnas de los bancos corridos. En total eran 16 Victorias Aladas, con distintos elementos alegóricos (escudo y espada, corona de laurel, cuerno de la abundancia, antorcha, flores, paleta de pintura, rueda dentada, etc.). Y de ellas, seis las realizó Coullaut Valera, otras tantas, Delgado Branckenbury, y las otras cuatro, Pedro Carbonell.
La importancia de este conjunto escultórico radica en que perpetúa la tradición de las columnas coronadas por estatuas. La piedra es el material soporte de cada una de esas obras, concretamente biocalcarenita de grano fino-medio, roca porosa y no muy cementada. Cada una de las esculturas está tallada en un solo bloque de piedra hasta la peana, a excepción de las alas y, en algunos casos, los atributos que portan, que están realizados en piezas diferentes adheridas mediante morteros y cosidas con grapas metálicas al bloque principal. Todo el conjunto está formado por cuatro elementos diferenciados: basamento, fuste, capitel y estatua.
La Plaza de América está incluida en el Parque de María Luisa, declarado BIC (Bien de Interés Cultural) en 1983 con la tipología de Jardín Histórico.