Redacción.La fibrilación ventricular es la arritmia más grave que existe y causa la muerte súbita del paciente si no es tratada inmediatamente. Existen múltiples causas de esta arritmia, pero el infarto de miocardio es la más frecuente. En Medicina se conoce como tormenta arrítmica a la situación en el que el paciente tiene tres o más episodios de taquicardia ventricular o fibrilación ventricular en 24 horas. La mortalidad es muy elevada y requiere en muchas situaciones de una actuación multidisciplinar en la que colaboran diferentes especialistas médicos.
La Unidad de Arritmias del Hospital Virgen Macarena, en colaboración con la Unidad Coronaria del centro hospitalario lleva años aplicando los tratamientos más avanzados a estos pacientes. Sin embargo, en ocasiones, la situación es sumamente crítica y el paciente se inestabiliza, el corazón falla y deja de bombear la sangre de forma efectiva, produciéndose el fallecimiento del paciente a pesar de los diferentes tratamientos empleados. En los últimos tiempos, para poder realizar la ablación de estas arritmias en pacientes muy inestables se está empleando un sistema de asistencia circulatoria que permite estabilizar el paciente durante el procedimiento.
Recientemente la Unidad de Arritmias conjuntamente con la Unidad de Cirugía Cardiovascular del centro hospitalario, ha resuelto el caso de un paciente varón que a los cuatro días del infarto de miocardio, entró en tormenta arrítmica y sufrió en un sólo día más de 30 episodios de fibrilación ventricular, que precisaron de múltiples choques eléctricos con un desfibrilador externo.
Para estabilizar esta situación, los cirujanos cardiovasculares José Miguel Barquero y Carlos J. Velázquez implantaron en la sala de arritmias, un dispositivo de asistencia circulatoria ECMO(para proporcionar soporte cardíaco y respiratorio), por vía femoral.
En esta situación, se pudo ablacionar la extrasistolia con éxito y el paciente fue remontando de su situación, gracias al trabajo del equipo de la Unidad de Arritmias, doctores Ernesto Díaz-Infante, Rocío Cózar y Bastos Amador. Al término de la intervención se pudo retirar el dispositivo de asistencia circulatoria, y tras unos días se procedió a la implantación de un desfibrilador automático. A día de hoy, el paciente ha iniciado la rehabilitación cardíaca y está próximo a ser dado de alta. En esta compleja situación se contó además con la inestimable colaboración del Servicio de Anestesia.
La causa de las arritmias ventriculares del paciente era una extrasístole ventricular que actuaba como disparador de la fibrilación ventricular. Según explica la doctora Rocío Cózar, miembro de la Unidad de Arritmias, “la extrasístole ventricular es una arritmia benigna, que es frecuente en la población general y no tiene porqué implicar consecuencias, pero en casos excepcionales, como el de nuestro paciente, actuaba como desencadenante de la fibrilación ventricular y paraba el corazón”.
“El éxito final de este grave caso clínico, es el resultado de la estrecha colaboración entre las diferentes unidades del hospital y el manejo interdisciplinar, elementos indispensables para el abordaje de pacientes tan complejos”, resume el doctor Ernesto Díaz-Infante.
“La singularidad de este procedimiento, único en Andalucía, explica Díaz-Infante, “es que han concurrido dos circunstancias excepcionales, por un lado, no existe una casuística española frecuente como la ocurrida con este paciente, y por otro lado, se trata del primer paciente de Andalucía, al que se le ha realizado un procedimiento de ablación con apoyo de un sistema de asistencia mecánica circulatoria”.