Redacción. La Guardia Civil ha llevado a cabo la denominada operación Rafia que ha permitido desarticular un grupo criminal dedicado al tráfico de sustancias estupefacientes que actuaba a nivel nacional. La operación se inició en septiembre del pasado año cuando agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Calatayud, observaron un vehículo ligero, destinado al transporte de mercancías, circulando por la A2 que mostraba indicios de sobrepasar notablemente la masa máxima autorizada.
Durante la inspección de la mercancía, que se trataba de material de obra, el conductor se mostró reacio a mover unos tablones de madera para encofrar, por lo que los agentes realizaron una minuciosa inspección verificando que, bajo dichos tablones, que hacían labores de “tapa”, se hallaba una cavidad oculta en cuyo interior había un total de 12 fardos que contenían hachís, con un peso total de casi 380 kg, cuyo precio en el mercado ilícito podría alcanzar los 630.000 euros, hechos por los que se detuvo a un varón de 33 años con domicilio en Sevilla.
Tras esta actuación agentes pertenecientes a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Zaragoza, iniciaron una investigación durante la que se obtuvieron indicios de la existencia de una red de traficantes de droga, que actuaba a nivel nacional, con varios integrantes residiendo en la provincia de Sevilla. Un grupo criminal que utilizaba como medio de transporte vehículos de alquiler para el transporte de la droga, mediante el método de ocultación descrito anteriormente, con la finalidad de evitar ser interceptados por las fuerzas policiales.
Con los datos recabados, especialistas de policía judicial de Zaragoza se desplazaron a Sevilla a finales del mes de noviembre y procedieron a la detención de 3 personas, e investigación de una cuarta, en las localidades de Sevilla y El Arahal, constándole a uno de ellos una orden europea de detención, vigente desde el año 2015, por delitos de esta índole en el Estrecho. El quinto componente de la red fue localizado y detenido en Lérida. A todos ellos, varones de nacionalidad española, excepto uno marroquí, se les imputó un presunto delito contra la salud pública por tráfico de drogas y otro de pertenencia a grupo criminal.
Con esta investigación, desarrollada de manera conjunta entre Policía Judicial de la Guardia Civil de Zaragoza y Sevilla, se considera desarticulada esta red dedicada al tráfico de drogas a nivel nacional, entendiendo de estas actuaciones el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción núm. 2 de Calatayud (Zaragoza).
