SBN. Al liderazgo del Hospital Universitario de Valme en el diagnóstico y terapéutica del Dolor junto a la formación de profesionales del territorio nacional en sus procedimientos, se suma la estrategia innovadora de potenciar la seguridad de los pacientes en el uso individualizado de tratamientos contra el dolor crónico no oncológico. Desde el mes de junio de 2019, la Unidad del Dolor Crónico de este centro dispone de la primera Escuela de Pacientes en esta materia creada en Andalucía.
El dolor es uno de los trastornos que más afecta y preocupa a la ciudadanía, siendo el síntoma acompañante que con mayor frecuencia motiva una consulta médica. Entre el 15 % y el 25 % de los adultos sufren dolor crónico en un determinado momento de sus vidas. Es una cifra que asciende al 50 % en mayores de 65 años. Por su parte, el dolor crónico no oncológico es aquél de cualquier localización que tiene una duración superior a tres meses. Tiene intensidad moderada y deteriora la capacidad funcional de las personas que lo padecen. Al respecto, la evidencia científica sitúa un ligero predominio en las mujeres (58 %). El origen músculoesquelético es el proceso más frecuente. Su localización más predominante es la rodilla. Le sigue la espalda.
Su abordaje ha experimentado en las últimas décadas un incremento de la prescripción de opioides para el tratamiento del dolor crónico de intensidad severa que no mejora con otras medidas terapéuticas. Se trata de fármacos muy potentes y efectivos. No tiene efectos adversos. Son más frecuentes si se utilizan sin atender a las recomendaciones de los expertos.
Al respecto, desde la Unidad de Dolor Crónico del Hospital Universitario de Valme se ha puesto en marcha una escuela de pacientes en el contexto de identificar y establecer `Prácticas seguras para el uso de opioides en pacientes con dolor crónico grave”. Aproximadamente, el 70% de los pacientes tratados en la Unidad de Dolor Crónico reciben tratamiento opioide, además de otras medidas terapéuticas, siempre desde una perspectiva multimodal y multidisciplinar de abordaje del proceso de dolor crónico.
Enmarcada en el Plan Andaluz de Atención a las Personas con Dolor de la Junta de Andalucía, su objetivo principal es hacer posible el intercambio de conocimientos y experiencias en el manejo del tratamiento opioide entre los pacientes que los emplean y las personas que los cuidan. Con ello se pretende que todas las personas puedan ejercer un papel más activo y responsable en sus procesos de dolor crónico y en el tratamiento con morfina y sus derivados.
Las prácticas seguras tratadas en esta escuela de pacientes abordan cualquier aspecto relacionado con el tratamiento opioide, además de la prevención de errores de medicación, garantizando con ello la reducción de eventos adversos prevenibles por causa de estos medicamentos. De este modo, según el responsable de la Unidad de Dolor Crónico del Hopsital Universitario de Valme, Ángel Martínez Navas, “logramos dos objetivos al mismo tiempo: proporcionamos información y recursos sobre el tratamiento con opioides de procesos de dolor crónico no oncológico grave, contribuyendo a que nuestros pacientes aprendan a convivir con su proceso de dolor (mejorando la calidad de vida) y promocionamos una cultura de seguridad en las personas que los utilizan”.
Esta escuela de pacientes del Hospital Universitario de Valme está formada por profesionales de este centro, pacientes y familiares. Desarrolla una estrategia de formación de formadores, de manera que inicialmente tres pacientes que padecen dolor crónico y reciben tratamiento opioide han sido formados por el personal de la Unidad de Dolor Crónico (anestesiólogos y enfermería) y de Atención a la Ciudadanía como personas expertas, implicándose posteriormente en la formación de otros pacientes con procesos de dolor similares. Esta estrategia permite que las personas que acuden a los talleres formativos se encuentren un profesorado que habla su mismo lenguaje y sin tecnicismos, entre iguales, ya que son también pacientes. Esto les permite ponerse en el lugar del otro. Logran entender sus dificultades en la forma de enfrentarse a su dolor.
La Escuela de Paciente inició su andadura en junio de 2019. Nació bajo la organización de la Unidad de Dolor Crónico y la colaboración de la Unidad de Atención a la Ciudadanía. Desde entonces se han celebrado varias sesiones con la formación de más de veinte pacientes diagnosticados con procesos de dolor crónico. Siempre son en casos no oncológicos.
El cuestionario realizado al término de las sesiones celebradas en la Escuela de Pacientes constata el alto grado de satisfacción mostrada. Lo expresan tanto los pacientes alumnos como por los pacientes formadores. Dichos resultados han sido positivos en dos vertientes. Cita el interés por convertirse en pacientes formadores de sucesivas ediciones, lo cual garantiza la continuidad de esta iniciativa a través de la participación ciudadana. También, la elevada puntuación en las respuestas de las opiniones planteadas avala su éxito.
El cuestionario aborda tres campos. Son los de adecuación de los objetivos, organización y desarrollo de la actividad. Por último, profesorado y moderación de la actividad. Los resultados sobre un máximo de 10 puntos coinciden en su mayoría con esta máxima puntuación. Únicamente, corresponde al 9.4 la valoración más baja.
La Unidad de Dolor Crónico del Hospital Universitario de Valme pertenece al servicio de Anestesiología y Reanimación. Lo dirige Mercedes Echevarría. Se trata de una unidad clínica con gran prestigio nacional. Se debe tanto a la calidady experiencia de sus profesionales como por la línea innovadora con la aplicación de técnicas vanguardistas contra el dolor. En su cartera de servicios figuran avanzados procedimientos diagnósticos y terapéuticos. Destacan aquellos que se realizan bajo control ecográfico. Son técnicas ecoguiadas.
Por lo que se refiera a la actividad asistencial de la Unidad de Dolor Crónico, anualmente lleva a cabo más de 4.000 consultas, de ellas atiende a 900 pacientes nuevos cada año. Desarrolla en torno a 145 sesiones de quirófano. Supera los 1.200 procedimientos intervencionistas, siendo el 50 % con técnicas guiadas con ecografía, mientras que el resto son guiados mediante radioscopia y otras terapias complejas para el tratamiento de procesos de dolor crónico severo y de difícil control.