SBN. Los pacientes del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla podrán degustar el 28 de febrero un menú especial basado en platos típicos sevillanos, concretamente un primer plato de salmorejo con guarnición de picatostes, huevo y jamón; un segundo de pescado en adobo con pimientos fritos; y para finalizar, una poleá, un postre muy popular en las provincias de Sevilla, Cádiz y Huelva, similar a las conocidas gachas dulces.
Más de 300 profesionales de diferentes categorías trabajan en el servicio de cocina para servir diariamente los cuatro servicios principales al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena. Según detalla el centro hospitalario en una nota de prensa, como ya es tradición, organizan menús especiales con la intención de acercar las tradiciones culinarias a los pacientes ingresados en las plantas de hospitalización, para que su alimentación sea original y creativa además de acorde a sus necesidades nutricionales.
Además, existe la posibilidad de que pacientes adultos y pediátricos reciban una dieta personalizada y puedan seleccionar su menú, de entre una carta que se les facilita. En este grupo se incluyen también las dietas pasteurizadas y para pacientes alérgicos, que se cuidan especialmente dado que estas personas pueden padecer un shock anafiláctico si entran en contacto con algún alérgeno.
Con el objetivo de mejorar su estancia y que conozcan las distintas posibilidades de platos, el servicio de alimentación ha desarrollado el proyecto ‘Tu menú’, disponible en las pantallas instaladas a pie de cama en las habitaciones de hospitalización. A través de esta aplicación, los usuarios podrán consultar su menú –según tipo de dieta prescrita por su especialista–, además de su elaboración, composición, los alérgenos que contienen y su información nutricional.
La unidad de alimentación está integrada por jefes de cocina, técnico superiores de alojamiento o gobernantes, cocineros y pinches trabajan junto a otros compañeros que dependen de la unidad de Endocrinología y Nutrición, como son los auxiliares de dietética, dietistas-nutricionistas y técnicos superiores de nutrición y control de alimentos.
Estos profesionales, además, realizan talleres de formación a los pacientes ingresados, especialmente en el hospital infantil, donde realizan actividades formativas, junto con los profesores de la escuela, con el objetivo de enseñar hábitos alimenticios saludables a nuestros pequeños.
El Virgen del Rocío resalta que todo este trabajo lo han certificado además «según los estándares de seguridad más prestigiosos». De hecho, la unidad de alimentación ha renovado este enero la certificación UNE-EN ISO 22000:2005, una de las más importantes de Europa en seguridad alimentaria. Esta norma garantiza el proceso por el que elaboran, cada día, más de 1.200 menús que integran hasta 37 dietas distintas adaptadas a las necesidades del paciente, entre las que se encuentran, por ejemplo, la basal, pediátrica, fácil masticación, hipoproteica, e hipograsa, todas en sus cuatro variedades, con sal, sin sal, con azúcares solubles y sin azúcares solubles.