Redacción. El Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla deja en manos de las hermandades el destino final de los fondos de explotación de sillas y palcos de la Semana Santa, que el órgano gestor reparte a cada una de las corporaciones en función de determinados criterios.
«Son las hermandades las que tienen la última palabra, y serán convocadas cuando pase esta crisis sanitaria para tomar una resolución colegiada, la más beneficiosa posible para las cofradías y los propios abonados, con los que seremos especialmente sensibles, teniendo en cuenta las circunstancias económicas, jurídicas y sociales».
La Federación Andaluza de Consumidores y Usuarios (Facua) instaba al Consejo, hace unos días, a que devolviera el importe de los abonos de sillas y palcos de la Semana Santa una vez que se habían suspendido los desfiles procesionales tras la declaración del estado de alarma como consecuencia del coronavirus.
Hermandades como Los Estudiantes ya han anunciado su deseo de devolver la subvención que le corresponde en el reparto que realiza el Consejo con el objeto de que se reintegre a los abonados y sirva para el sostenimiento de las familias. «Es una cuestión moral, ese dinero no es nuestro», ha manifestado su hermano mayor, Jesús Resa.
El Consejo de Cofradías mueve en torno a cuatro millones de euros al año, montante que se reparte entre las hermandades. La explotación de las sillas y palcos constituye su principal fuente de ingresos.