Redacción. La solidaridad y la lucha contra el COVID 19 ha unido en un grupo de whatsapp a vecinas de San Juan y de Mairena al que han llamado Agujas Solidarias. Este grupo lo conforman 15 mujeres que han querido aportar su granito de arena y poner sus máquinas de coser a funcionar durante el confinamiento para confeccionar mascarillas y donarlas de forma gratuita a los diferentes profesionales que continúan trabajando prestando sus servicios a la ciudadanía.
Carmen, Ana, Conchi, Lola, Nina, Lucía son algunas de estas costureras solidarias. Poco a poco se han ido poniendo en contacto entre ellas y se ha creado esta red de solidaridad, que está siendo coordinada por Lucía Fernández, diseñadora de San Juan, que les preparó incluso un tutorial de cómo había que elaborar las mascarillas. Primero utilizaron retales de telas que tenían por casa pero ya sólo trabajan con TNT, un tipo de textil apropiado para este tipo de artículos de protección. El Ayuntamiento de San Juan se encarga de donarles el material.
En la red solidaria también participa la agrupación local de Protección Civil, cuyos voluntarios son los encargados de llevarles el TNT a las costureras, recoger las mascarillas que han ido fabricando y, por último, distribuirlas entre los profesionales y entidades a las que van destinadas, como el Centro de Hemodiálisis de San Juan.
Carmen fue alumna de Lucía en un curso de corte y confección que la diseñadora impartía. «Yo empecé por mi cuenta a confeccionar mascarillas para un grupo de voluntarios que entregan alimentos en Mairena, para los carteros de Espartinas o para los vigilantes del PISA, pero entonces vi por Facebook que Lucía estaba haciéndolas también y decidí ponerme en contacto con ella. En ese momento, comencé a participar en este grupo de Agujas Solidarias, como nos hacemos llamar, para trabajar de forma coordinada gracias a Lucía», explica Carmen. «Es una experiencia de lo más gratificante. Con el sólo hecho de saber que estás ayudando en la lucha contra el coronavirus, tengo una razón para levantarte cada día y ponerme manos a la obra. No podía estar de brazos cruzados en casa», comenta Carmen con satisfacción.
30 mascarillas lleva ya hechas Lola, que se enteró por una amiga de la existencia de este grupo de costureras solidarias. «No tengo mucha experiencia en costura, pero decidí sacar mi máquina de coser y empezar a fabricar mascarillas con las explicaciones de Lucía. Mi marido y mi hija se encargan de la casa y de la comida, mientras yo coso. Me pareció una iniciativa muy bonita y necesaria y no dudé un solo segundo en colaborar y me alegro enormemente de pertenecer a este grupo de voluntarias», expresa Lola.
También Conchi ha entregado ya su primer pedido de 25 mascarillas. Esta sanjuanera se enteró por una vecina de que Lucía estaba coordinando un grupo de costureras solidarias y se puso en contacto con ella. «No soy costurera profesional pero me gusta coser y qué otra cosa mejor podía hacer en estos momentos que ayudar cosiendo mascarillas. San Juan es un pueblo solidario y aquí está la prueba. Somos 15 las mujeres a las que nos ha unido la solidaridad en estos momentos difíciles», comenta Conchi.