Redacción. Cuando se inauguró la reciente sede de Protección Civil en la localidad sevillana de Bormujos a mediados de febrero, sus integrantes no sospechaban que el momento era el mejor elegido para iniciar esta emergente actividad.
La crisis sanitaria que sume a España y gran parte del mundo es el pan nuestro de cada día por parte de las 30 personas voluntarias de Protección Civil, que llevan a cabo en Bormujos labores de desinfección, limpieza, ayuda a mayores y dependientes, abastecimiento de material de protección y atención psicológica, desde que se decretó el estado de alarma en España. Por parte del Ministerio del Interior, en concreto su ministro Fernando Grande-Marlaska, se ha agradecido el trabajo de Protección Civil en esta crisis sanitaria.
Asimismo, esta labor desinteresada será remunerada en cuanto a desplazamiento, manutención o alojamiento por parte del Ayuntamiento bormujero, que ha aprobado por unanimidad en el último Pleno municipal, de forma telemática. Unas funciones de emergencia sanitaria, que se llevan a cabo diariamente en el pueblo de Bormujos, de manera coordinada con el Ayuntamiento de Bormujos.
Un municipio con casi 22.000 habitantes, con la Autovía A49 de alta densidad de circulación y un hospital, que da servicio a toda la comarca del Aljarafe, cuyas intermediaciones y cercanías de sus edificios se están desinfectando íntegramente con recursos propios municipales. Un peso que cae prácticamente al 100% en el consistorio, “a pulmón” como señala su alcalde, Francisco Molina, que está destinando al municipio recursos propios completamente. Labores gestionadas desde Alcaldía de Bormujos, en coordinación con la Policía Local y Protección Civil, a través del Plan de Desinfección de Espacios Públicos del COVID-19. Una dotación de recursos públicos casi plenamente municipal, a excepción de las tres ocasiones que ha venido la UME a definfectar los exteriores del hospital –área que se limpia todos los días dos veces por la patrulla de Protección Civil- o los 960 litros de hipoclorito, que hoy mismo ha facilitado la Diputación de Sevilla.
En este sentido, es una treintena de especialistas, 27 hombres y 3 mujeres -en breve se incorporarán 2 mujeres más- de los que se movilizan a diario entre 18 y 20 miembros de servicio de este nuevo cuerpo creado en el municipio aljarafeño. Una veintena de profesionales con variados perfiles, que van desde bomberos o militares hasta ingenieros de minas o informáticos. Cada día se desplazan a la sede de Protección Civil, ubicada en el sector universitario del pueblo, muy cerca del hospital, centro sanitario competencia de la Junta de Andalucía. Cuentan con cierta logística cedida por la Delegación municipal de Obras, que les facilitó materiales y electrodomésticos –nevera, microondas- para disponer de cierta provisión, así como les facilitan el repostaje de gasoil, tanto a los vehículos de Protección Civil como de Policía Local y de los tractores. También se ha ido a los polveros para recoger el material para fabricar las pantallas faciales y se ha entregado material auxiliar a las costureras que han confeccionado mascarillas en sus hogares.
A partir de que se decretara el estado de alarma, el domingo 15 de marzo, llevan a sus espaldas más de 160 horas diarias. Lo que hace una media más de 1.100 horas semanales dedicadas a la comunidad bormujera, pero también indirectamente a toda la comarca.
Si este estado excepcional terminara finalmente el 26 de abril, habrían invertido 6.600 horas en estas extraordinarias labores. Unas funciones de este servicio de emergencias que son amplias y concisas a la vez y se desarrollan junto con Policía Local, que están realizando labores de forma voluntaria, en sus turnos de descanso, colaborando en el Plan de Desinfección de Espacios Públicos del COVID-19.
Desinfección de vías urbanas y espacios de uso masivo
Sin duda, la carga de trabajo recae principalmente en la desinfección del viario de Bormujos, con una superficie de 12,2 kilómetros cuadrados. Protección civil cuenta con un camión con capacidad de 10.000 litros de desinfectante de hipoclorito sódico, al 1%, en el que van dos voluntarios. Con Policía Local del municipio, movilizan diariamente para la limpieza dos tractores y atomizadores, facilitados por agricultores del entorno de forma desinteresada. Estos vehículos tienen una capacidad de 2.500 litros y se abarca el pueblo entero.
Pero además, hay espacios públicos a los que no pueden acceder estos dispositivos, por tanto, se cuenta con atomizadores portátiles para una desinfección precisa y minuciosa, destinados sobre todo para calles estrechas o angostas y el centro del pueblo.
Otra necesidad imperiosa, por el uso no restringido totalmente son los espacios de uso masivo, como los supermercados de la localidad, las tiendas de alimentación de barrio, las farmacias, las estaciones de servicio, el Centro de Salud, las inmediaciones del Hospital San Juan de Dios y su área circundante, etc. En estas áreas, que siguen teniendo función de utilidad pública, Protección civil está manejando un remolque en alta presión.
Atención de la vulnerabilidad social
La atención a las familias con necesidades especiales es diaria y el contacto y abastecimiento con entidades sociales es fundamental y obligatorio, son otros eslabones más de esta cadena solidaria. El trato con el Comedor Social del pueblo así lo requiere, también con el Banco de Alimentos, que ha repartido recientemente, y con Cáritas.
La Delegación de Bienestar Social entra de lleno en esta parte, de la mano de su delegada Leonor Benítez. Algunas de estas necesidades son tan básicas como surtir de alimentos de primera necesidad, algo de gestión primaria como es hacer compra.
También Protección Civil estás recibiendo los mensajes de familias para su atención por vía de urgencia a través del canal del servicio de emergencias del 112 Andalucía. O ha dado apoyo a la donación de sangre, que se organizó por parte de la Delegación de Participación Ciudadana, junto con el Centro de Transfusión Sanguínea de Sevilla.
Abastecimiento de mascarillas y pantallas protectoras
Otro aspecto importante es el de abastecimiento de material tanto al Centro de Salud como al Hospital San Juan de Dios, que es comarcal y está ubicado en el término municipal de Bormujos. Protección Civil ha abastecido al hospital con más de 3.500 mascarillas, confeccionadas por costureras desde el principio de la crisis sanitaria, de pantallas faciales fabricadas por empresarios locales, así como la recopilación de material donado por empresas privadas.
Pero no debemos olvidar que este confinamiento, alargado en el tiempo, puede tener su reflejo en la salud mental y la estabilidad de la población. En este caso, se ha planteado una atención psicológica, gestionada por un grupo de quince psicólogos y psicólogas. Se ha trazado un posible plan de contingencia de atención masiva. También el propio consistorio ha puesto el foco en gestionar posibles conflictos o circunstancias, que se deriven en los hogares durante esta reclusión, con el programa Bormujos Mediando.
La vía digital de atención ciudadana
Además el servicio de Protección Civil gestiona vía internet varios de estos servicios a través de su plataforma web, como es la atención a personas mayores y dependientes con línea directa con las farmacias a través de un formulario de peticiones. Varias farmacias de Bormujos ya utilizan esta vía de contacto directa para que los mayores no tengan que salir a la calle a buscar sus medicinas. Desde el portal web proteccioncivilbormujos.es se recepcionan todas estas peticiones, así como las entregas de mascarillas y pantallas 3D para centralizar y organizar su distribución de forma ordenada. Un servicio público que abarca muchas dimensiones en esta excepcional situación.