Redacción. El Hospital Universitario de Valme de Sevilla, desde su servicio de Medicina Física y Rehabilitación, tiene activado un programa asistencial orientado a agilizar la recuperación funcional de los pacientes hospitalizados por infección por coronavirus (Covid-19) y prevenir secuelas del período de aislamiento hospitalario. Así la intervención precoz, por parte de profesionales especializados durante su ingreso en UCI o en planta, contribuye a recuperar más rápidamente las consecuencias de la disfunción respiratoria y física ocasionadas por este virus.
Dicho programa asistencial está enmarcado en un Protocolo de Rehabilitación sobre el Manejo del Paciente Covid-19 coordinado por los especialistas del Hospital Universitario de Valme dentro de un grupo de trabajo provincial. Han participado médicos rehabilitadores, fisioterapeutas de atención hospitalaria y de atención primaria, así como logopedas y el equipo móvil de Sevilla. Todos ellos integrantes de los tres hospitales sevillanos y distritos de atención primaria.
Este protocolo prevé tres escenarios clínicos donde intervenir los médicos rehabilitadores y fisioterapeutas: UCI, planta de hospitalización y rehabilitación domiciliaria tras el alta. De este modo, el Equipo de Rehabilitación realiza valoraciones de pacientes para intervención, evaluación de su deterioro clínico y funcional, tratamiento y seguimiento, asegurando una continuidad asistencial desde la UCI hasta el domicilio.
Recuperación funcional precoz de los pacientes
José Antonio Expósito, jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario de Valme subraya el objetivo principal del protocolo elaborado, que es lograr una recuperación funcional lo más precoz posible para alcanzar la situación de independencia funcional previa que tenía el paciente antes de la enfermedad. Asimismo, favorecer la detección de posibles complicaciones que puedan aparecer para establecer los tratamientos precisos en cada caso específico.
En este sentido, este especialista destaca que “el coronavirus causa en la mayoría de los pacientes un proceso leve-moderado de síntomas, cuyos casos se tratarán en domicilio bajo la supervisión y control de los profesionales de atención primaria, tanto médicos como de enfermería, los cuales están realizando una labor excelente y fundamental”. Sin embargo, apunta, que “en una pequeña población, bien por patologías previas, especialmente en personas mayores, pero también en jóvenes, la enfermedad se presenta en ocasiones muy agresiva, presentando un curso clínico grave con requerimiento de ingreso hospitalario; e incluso, en un pequeño porcentaje de pacientes, precisará ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos. Y es en esta población donde debemos trabajar especialmente para asegurar una recuperación lo más precoz y mejor posible”.
Al respecto, José Antonio Expósito se congratula del impacto del trabajo y los beneficios logrados en su equipo, puesto que están consiguiendo que pacientes con ingreso prolongado y terapias invasivas en UCI estén comenzando a caminar en apenas cuatro días.
Tres áreas de intervención con técnicas diferenciadas
En la actualidad, el Servicio de Rehabilitación de este hospital sevillano está tratando a los cinco pacientes ya dados de alta a planta COVID desde UCI. En el caso concreto de la UCI, son pacientes que van a requerir tratamientos con procedimientos intervencionistas, intubación con conexión a respiradores y sedación, teniendo en ocasiones estancias largas. El abordaje rehabilitador en estos casos está en relación con complicaciones respiratorias y secundarias a la inmovilidad prolongada, aplicándose técnicas de rehabilitación respiratoria y motora.
En el caso de planta de hospitalización, el Equipo de Rehabilitación establece un proceso de seguimiento y rehabilitación integral durante el período de ingreso, de acuerdo con las condiciones clínicas y funcionales individuales de cada paciente. Se favorece la utilización de estrategias de Telemedicina mediante la utilización de llamadas telefónicas semiestructuradas y material de apoyo.
Por lo que se refiere al tratamiento rehabilitador en planta, se aplican diferentes técnicas según el estado y situación clínica del paciente. En casos leves, realizan ejercicios físicos para mantener una tonificación general básica, liberación articular y mejorar el equilibrio. En casos moderados los fisioterapeutas del hospital llevan a cabo técnicas de rehabilitación respiratoria y motora de forma presencial e individualizada en la habitación, manteniendo siempre las medidas de prevención contra contagios según los protocolos establecidos en el centro. En los casos que han precisado de intubación prolongada, el médico rehabilitador realiza una evaluación para detectar posibles complicaciones en la voz o deglución y se establecen pautas de ejercicios de flexibilización de cuerdas vocales, ejercicios respiratorios y de musculatura orofaríngea.
Por lo que respecta al tercer escenario clínico, se centra en el paciente que ha estado en seguimiento por el Servicio de Rehabilitación durante su hospitalización y ya ha sido alta hospitalaria a su domicilio o residencia. En ellos se establece un proceso de seguimiento y rehabilitación promoviendo en esta situación igualmente la utilización de estrategias de Telemedicina. Se utilizan llamadas telefónicas y el apoyo de material en vídeo o papel donde intervienen los fisioterapeutas de atención primaria.
Esta estrategia continuará con una evaluación médica que realizarán los médicos rehabilitadores al mes del alta hospitalaria, para asegurar que la recuperación ha sido óptima desde el punto de vista funcional. Se citarán de forma presencial a aquellos pacientes que persistan con alguna complicación específica o no hayan alcanzado la recuperación según los objetivos funcionales establecidos en cada uno de ellos.