Redacción. La Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia prevé que unos 3.000 bares y restaurantes de la capital hispalense podrán abrir esta semana, con el pase de la provincia a la Fase 2 del Plan de transición a la «nueva normalidad» de la crisis sanitaria del coronavirus, después de que en torno a 900 establecimientos reanudaran su actividad al público en la Fase 1.
En una comunicado, la asociación ha explicado este domingo que ha enviado un comunicado a sus asociados con la orden SND/440/2020, de 23 de mayo, por la que se modifican diversas órdenes para una mejor gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 en aplicación del Plan para la transición hacia una «nueva normalidad», publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
También ha enviado a sus asociados el documento elaborado junto a la Delegación de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento hispalense, para la apertura del aforo interior de los bares y restaurantes durante la Fase 2, que comprende el período estimado del 25 de mayo al 7 de junio.
Medidas consensuadas
El presidente de la asociación, Antonio Luque, ha señalado que se ha informado a sus asociados a través de los «canales oficiales» de la entidad, y «esperamos que estas normas lleguen a todos los hosteleros», porque «es un marco muy importante que todos debemos seguir», según ha remarcado el representante de esta patronal que ampara actualmente a 800 hosteleros de Sevilla.
La asociación, por otro lado, mantiene que estas medidas, «consensuadas con el Ayuntamiento, no son suficientes para reactivar la economía del sector», y, en ese sentido, Antonio Luque sostiene que «necesitamos que el Gobierno central desbloquee la movilidad entre las provincias andaluzas para comenzar a facturar tras estos meses».
CONSUMICIÓN DENTRO DE LOS BARES
«Nos iremos a la ruina si no se nos permite», advierte el presidente de la patronal hostelera, organización que ha elaborado un documento donde se regulan aspectos como la consumición en el interior de los locales, el itinerario para evitar aglomeraciones, y la capacidad interior de los bares y restaurantes fijada al 40 % del aforo total, respetando siempre la distancia de dos metros entre cada mesa.
En dicho documento se especifica también que «no está permitido en ningún caso el autoservicio en barra».
En cuanto al aforo de las terrazas de veladores, «todo se mantiene igual que en la fase 1», de forma que se limita al 50 % de las mesas permitidas en el año inmediatamente anterior en base a la correspondiente licencia municipal.
En todo caso, «deberá asegurarse que se mantiene la debida distancia física de al menos dos metros entre las mesas o, en su caso, agrupaciones de mesas».
En el caso de obtener permiso del Ayuntamiento para incrementar la superficie destinada a la terraza, se podrán incrementar el número de mesas permitido, «respetando, en todo caso, la proporción del 50% entre mesas y superficie disponible, y cumpliendo los requisitos ya conocidos y marcados» por el Consistorio hispalense.
MEDIDAS DE LIMPIEZA
Además, en el documento que la asociación de hosteleros ha remitido a sus asociados figuran otras indicaciones, como que, «entre un cliente y otro, se realizará la limpieza y desinfección del equipamiento; en particular, mesas, sillas, así como cualquier otra superficie de contacto».
También, «se priorizará la utilización de mantelerías de un solo uso«, se rechaza el uso de «cartas de uso común» y se pide optar «por el uso de dispositivos electrónicos propios, pizarras, carteles u otros medios similares», así como se establece que «se eliminarán productos de autoservicio como servilleteros, palilleros, vinagreras, aceiteras, y otros utensilios similares, priorizando monodosis desechables o su servicio en otros formatos bajo petición del cliente».
De igual modo, el documento distribuido a hosteleros establece que «se deberá poner a disposición del público dispensadores de geles hidroalcohólicos con actividad virucida autorizados y registrados por el Ministerio de Sanidad, en todo caso en la entrada del establecimiento o local, que deberán estar siempre en condiciones de uso», y «se fomentará el pago con tarjeta u otros medios que no supongan contacto físico entre dispositivos, evitando, en la medida de lo posible, el uso de dinero en efectivo».
Para los trabajadores de los establecimientos, además, se indica que tendrán que «cambiarse de ropa y calzado al llegar al centro de trabajo y al finalizar su turno antes de salir de la instalación«, para lo que «se habilitará un espacio que contará con taquillas o, al menos, facilitar un porta-trajes o similar en el que los empleados dejen su ropa y objetos personales».