Redacción. En el pasado mes de marzo, al inicio del incremento de ingresos hospitalarios por el coronavirus, el Hospital Universitario de Valme de Sevilla puso en marcha una iniciativa solidaria, sumándose a la iniciada en hospitales madrileños. Se trataba de dar ánimo y esperanza, desde el marco de la humanización, a los pacientes ingresados por esta enfermedad junto a los profesionales que estaban en primera línea luchando por la vida.
Hoy, cuando la desescalada ya es una realidad, con UCIS sin pacientes Covid y el repliegue progresivo de los recursos en hospitalización por la disminución de su incidencia, el Hospital de Valme quiere dar las gracias a los 3.500 emisarios por la solidaridad recibida enviando de forma anónima sus mensajes de esperanza al buzón [email protected].
Un grupo de residentes ha sido el promotor en Valme de esta iniciativa, con la colaboración en su difusión del servicio de Atención a la Ciudadanía. En su balance, y desde la distancia de los dos meses que marcan el inicio de este proyecto, están abrumados por los gestos de cariño recaudados: “sin duda esta pandemia ha conseguido que nos hermanemos como humanidad”. Los mismos subrayan: “Queremos que sepáis de primera mano que con vuestras cartas habéis conseguido dar ese aliento de ánimo a todos los pacientes ingresados; se han emocionado, han sonreído e incluso han conseguido olvidar por unos instantes su enfermedad”. Asimismo, recalcan “Pero no sólo a ellos, también nos habéis emocionado a nosotros, el personal sanitario. Nos habéis hecho sentir que no estábamos solos en la batalla. Ya lo sabíamos cuando empezamos con esto, pero hemos recibido mucho más de lo que hemos dado”.
Éxito de la campaña
En el gran volumen de escritos recibidos también abunda el impacto de la procedencia de donde han llegado. El recorrido por estos miles de escritos identifican la procedencia, en su mayoría, con los sevillanos; sin embargo, un número nada despreciable corresponde a otras partes de España, e incluso de otros continentes. Es el caso de una profesora universitaria jubilada de Costa Rica o una estudiante de la Universidad China de Hong Kong.
Asimismo, es de elogiar la diversidad de los emisarios. Desde una niña de 8 años que con el color de sus dibujos quiere encender el ánimo, hasta un residente de un centro de mayores de la provincia de Córdoba, que a sus 87 años transmite ánimo a los enfermos y felicita a los sanitarios. También se suma un sacerdote o una asociación poética del sur de la provincia de Sevilla. Y sobrecoge el conmovedor mensaje de una enfermera, convertida en paciente oncológica, que no se encuentra en activo con motivo de su tratamiento quimioterápico, pero que con su mensaje de ánimo quiere cooperar y sentirse útil.
Así hasta 3.500 cartas, de las cuales los residentes de Valme han seleccionado 12 como exponente de las mismas que, finalmente, se han convertido en un documento dedicado “con cariño a nuestras familias, a nuestros mayores…Os lo debemos todo”.
Por su parte, desde la Dirección de este centro hospitalario se subraya el valor de esta iniciativa en el contexto de la dureza vivida durante la pandemia: misivas llenas de afecto en la incertidumbre de la soledad de los pacientes aislados y para la complejidad de los profesionales de la asistencia sanitaria.