Fermín Cabanillas. Ya han concluido las obras de restauración de la torre de la Colegiata de Osuna. Ha comenzado el desmontaje de andamios y la retirada de la malla que la cubría por completo por lo que en unas horas se podrán ver el estado en el que ha quedado después de los trabajos.
Un proceso de restauración necesario que se iniciaba en noviembre del pasado año. El cuerpo de la torre, que forma parte del edificio monumental más emblemático de la localidad, se encontraba al descubierto, provocando filtraciones de las aguas procedentes de la lluvia y humedad, lo que ha venido ocasionando este deterioro.
Cerramiento
Para solucionar definitivamente este problema, las actuaciones han consistido en el cerramiento completo del cuerpo superior de la torre, que contiene el campanario de la Colegiata, evitando así que estas filtraciones se vuelvan a producir.
De esta forma se ha colocado una estructura horizontal plana en el citado cuerpo superior que permite la expulsión de las aguas hacia el exterior del edificio monumental. Además, esta intervención incluye la sustitución del actual forjado de piso del campanario, construido con vigas de acero, las cuales, en caso de oxidación, también pueden producir daños en la torre.
Este proyecto de restauración cuenta con un presupuesto de casi 137.000 euros, de los cuales, unos 60.000 euros han sido aportados por el Ayuntamiento de Osuna, mientras que de la cuantía restante se ha hecho cargo la propia parroquia.
Paralización por el Covid
El tiempo de ejecución previsto era de cuatro meses, desde el noviembre del pasado año cuando se iniciaron las obras. Los trabajos concluyeron el pasado mes de abril, algo que no ha sido posible debido a la suspensión obligatoria de estos trabajos como consecuencia de la crisis sanitaria del Covid-19. Estos trabajos no han sido retomados hasta el pasado mes de mayo.
Esta nueva actuación sobre el monumento más emblemático de la Villa Ducal, como es la Colegiata, pone de manifiesto el compromiso económico, social y cultural del Ayuntamiento de Osuna con el patrimonio artístico y monumental de la localidad, entendiendo que son actuaciones necesarias para garantizar su perfecto estado de conservación y para conseguir su mayor realce, como podremos empezar a comprobar en los próximos días, a la vez que volver a recuperar el sonido de sus campanas.
Limpieza en el sepulcro
Estas obras, que se suman a otros trabajos de restauración, que ya se han venido haciendo en el interior, como en el sepulcro y en el panteón ducal, donde se realizó una limpieza general de toda la policromía y una restauración de las yeserías ennegrecidas por el humo de las velas, así como posteriormente se instaló una nueva iluminación en este espacio.
La Colegiata de Osuna es el mayor referente turístico de la localidad siendo la media anual de visitantes de 19.000 personas, una cifra que se ha visto incrementada considerablemente en los últimos años, lo cual está teniendo una destacada repercusión en el desarrollo económico del municipio.
Joya arquitectónica
El templo fue fundado en 1535 por Juan Téllez Girón, IV Conde de Ureña. Se trata de una joya arquitectónica del Renacimiento dentro de la cual se encuentra el sepulcro de los duques de Osuna.
La Colegiata es obra de dos grandes arquitectos: Diego de Riaño y Martín de Gaínza. En su interior alberga una valiosa cantidad de obras de arte y de bienes culturales realizadas por artistas de renombre como José de Ribera, Juan de Mesa, Roque Balduque o Hernando de Esturmio, entre otros.
Por su parte, el sepulcro, lugar de enterramiento de los duques de Osuna, está situado debajo del retablo del altar mayor, y tiene todos los elementos de una iglesia: capilla, sacristía, sagrario, cripta y patio.