Rosa Brito. José Carlos Gómez Moreno es el dueño de Sevilla mía, una apuesta por la gastronomía sevillana en Milán. ¿Quién iba a imaginar que se podría comer un buen serranito, o unas sabrosas croquetas, en la capital de la moda y el diseño?
Este joven sevillano de 32 años se trasladó a Milán tras dejar su trabajo de marmolista en Sevilla por problemas de salud. Decidió irse a un país parecido a España. Al principio trabajaba de encargado en un restaurante hasta que, después de tres años, se lanzó a abrir el suyo.
José Carlos describe la ciudad como frenética pero asegura que tiene muchas posibilidades de crecimiento profesional. Aunque vivir allí es muy diferente. La gente solo piensa en trabajar y tienen una personalidad mucho más fría. Además, todo es mucho más caro, sostiene.
Si tuviera que quedarse con algún sitio sería las afueras de Milán. Su lugar favorito son las montañas y los pueblos. Pero si tiene que escoger alguna parte en concreto dentro de Milán, se queda con la zona Dársena.
Como es de esperar, José Carlos tiene muchas anécdotas y experiencias desde que llegó a Milán. En una de las primeras entrevistas de trabajo que tuvo, nada más entrar le dijeron que la barba se la tendría que quitar –él ya sabía que no estaría dispuesto–.Después de la entrevista, les cayó bien, les encantaba Sevilla y le dieron el trabajo sin que tuviese que afeitarse. Aun así no llegué a aceptarlo.
Algunos de los obstáculos que ha tenido que superar desde que está en Milán son el idioma, pues llegó sin tener nivel ninguno ni de italiano ni de inglés, una pandemia mundial y la burocracia. Pero, a fin de cuentas, el balance de su experiencia es muy positivo. He aprendido muchas cosas nuevas e, incluso, ha descubierto hobbies nuevos. Ha crecido mucho profesional y personalmente.
Echa mucho de menos la Cruzcampo, su familia y amigos, y la forma de vivir que se tiene en Sevilla, y en Andalucía en general. Las tostadas en el bar, la gente que sonríe y la bulla. Esa luz que tiene Sevilla, que no tiene nada ni nadie más. Pero sus planes no están en Sevilla. Quiere abrir más restaurantes y recorrer el mundo.
Si tuviera que decirle algo a los sevillanos para que se animen a salir al extranjero sería que, primeramente, hay que entender que Sevilla solo hay una, y no existe ciudad más bonita. Y lo dice una persona que ha viajado mucho y ha visto muchas ciudades. Una vez entiendan esto, salir de tu zona de confort te hace descubrir muchas cosas nuevas, crecer como persona y valorar lo que ya tenías. Salir te puede dar la oportunidad de ver el futuro desde una perspectiva diferente y mucho más amplia.