Rosa Brito. El sevillano Alejandro Gomez tiene 27 Años, es graduado en ADE y trabaja como monitor de pádel en La Haya. En noviembre de 2019, aplicó a una oferta de monitor de pádel, hizo un periodo de prueba en noviembre, les gustó y desde enero de 2020 empezó su aventura en Países Bajos.
Alejandro explica que el motivo de estar en Países Bajos era salir de Sevilla. «Cuando vives una experiencia en el extranjero anteriormente (Irlanda) se te queda el pellizco de volver fuera otra vez», asegura.
Vive actualmente en La Haya, una ciudad parecida a Sevilla pero algo más extensa. Se diferencian principalmente porque no hay tantos edificios sino casas bajas. La Haya es la tercera ciudad más grande de los Países Bajos, después de Ámsterdam y Róterdam.
«Vivir en Países Bajos está muy bien si eres capaz de sobrevivir al eterno invierno«, afirma Alejandro. «Pero como ciudad es top para vivir. La gente por lo general es muy amable y te ayudan en lo que pueden. Son muy directos y si tienen que decirte algo no se van a andar con rodeos», explica.
Su lugar favorito es Grote Mark, una plaza con muchos bares donde siempre hay ambiente. Aunque asegura que todo el centro de La Haya es bastante bonito.
Uno de los principales obstáculos que ha tenido que superar ha sido el idioma. Por suerte, el 90% de la población habla ingles fluido y eso hace que la comunicación sea más fácil. Por otro lado, ha sido bastante complicado el tener que hacerse autónomo, registrarse en la ciudad, etc. «Son muchos papeleos y como no tengas un inglés bastante fluido te puede traer problemas», argumenta.
Su experiencia no ha podido ser más positiva. Hace deporte diariamente, en un sector que está creciendo a una velocidad impresionante. Cada día tiene más trabajo y la gente es super agradecida. Asegura no tener fecha de vuelta. Lo hará cuando sienta que su trabajo en Países Bajos haya acabado, pero espera que sea dentro de mucho tiempo.
Sin duda echa de menos a su familia y amigos, pero lo que más extraña es la comida, sobre todo, un «buen puchero».
«A cualquier sevillano le diría que salir de tu casa e irte al extranjero a aprender un idioma nuevo, o solo a vivir la experiencia, es de las mejores cosas que van a hacer en su vida. Se madura mucho tanto en lo personal como en lo profesional. Te encuentras antes situaciones que ahora las debes resolver tú solo, sin ayuda de nadie. Yo ya me fui una vez y nada más que volví a Sevilla ya estaba buscando otro destino», declara.