J.A. de Mora. Nuevamente podemos conectar el concepto de innovación con Sevilla. Una empresa hispalense está revolucionando el estratégico sector del mantenimiento de calles y carreteras, y crece de forma vertiginosa avanzando en el mercado nacional y abriendo al mismo tiempo su entrada en Portugal, Italia y Alemania.
La firma sevillana cuenta con una patente que permite aumentar la eficiencia y eficacia en esa tarea tan crítica de mantener los firmes por donde ruedan nuestros vehículos cada día en perfecto estado. Aglomant es una sociedad que tiene sede en nuestra capital y que ha puesto en el mercado un producto revolucionario para el mantenimiento de las carreteras.
Todos hemos sufrido interminables embotellamientos de vehículos en las calles y carreteras como consecuencia de tediosas obras de mantenimiento. Siempre nos hemos preguntado porque a esta hora o aquella se deciden -o no- a arreglar esos peligrosos desperfectos que en el firme suelen ir apareciendo por el uso.
La innovación de Aglomant simplifica la cuestión, y consiste en un nuevo asfalto que está cambiando la realidad tradicional, aumentando su versatilidad, capacidad operativa y rendimiento. En última instancia su avance se traslada a lo más importante, la seguridad en las carreteras.
El tiempo juega un papel fundamental en la actividad del mantenimiento, y la empresa sevillana ha conseguido desarrollar un producto que permite ganar tiempo y, además, reducir al mínimo las mermas de un proceso que hasta entonces obligaba a fabricar ex profeso y hacer un uso inmediato del material para el firme de la calle o carretera.
Se trata de un asfalto bituminoso fabricado en caliente, como el asfalto tradicional, pero con la particularidad de poderse aplicar en frío hasta 24 meses después de su fabricación.
Esta propiedad lo sitúa como el producto perfecto para los servicios técnicos de los ayuntamientos, que tienen que mantener sus calles. Pero también para cualquier usuario o entidad que tenga asfalto en sus superficies de trabajo o/y desplazamiento.
Su virtud en el manejo permite, por tanto, que los operarios que lo utilicen puedan trabajar sin prisas ya que el tiempo de fraguado se detiene justo cuando se fabrica. Así se puede controlar ese momento de fraguado adaptándolo a las necesidades de la obra en cuestión y evitar las posibles inclemencias del tiempo.
El desarrollo de esta iniciativa empresarial es muy reciente, sus inicios tienen poco más de un año y su producto, dadas sus espectaculares características, ya se está consumiendo en numerosos servicios de mantenimiento de ayuntamientos, diputaciones y empresas de construcción de carreteras.
Desde ayuntamientos capitalinos como Sevilla, Cádiz o Málaga, hasta entidades menores como Algodonales, Gines, Peñaflor, Bormujos, Conil, Barbate o Tarifa, pasando por diputaciones provinciales y mancomunidades, las calles de estos enclaves ya están utilizando el innovador asfalto.
Tras una empresa siempre hay una idea, tras esa idea hay una necesidad que no estaba adecuadamente satisfecha -como es el caso- y, sobre todo, tras ese escenario siempre hay personas. Gente con impulso, ilusión y liderazgo que hace posible la conjunción de todo aquello.
El sevillano Álvaro Miranda Cortabarría encabeza la gestión de la firma, que dispone de la patente internacional del revolucionario modelo. Miranda no oculta su satisfacción por haber impulsado este nuevo producto y nos traslada con entusiasmo su pasión por lo que hace.
Joven aunque con mucha experiencia empresarial, Alvaro disfruta con este cometido que inició hace relativamente poco tiempo. Ser consciente de la importancia en la seguridad vial de unos firmes adecuados y participar de ese logro le proporciona felicidad.
Su trabajo le conduce a relacionarse e influir en la vida de cientos de miles de ciudadanos de una ya extensa lista de municipios, mancomunidades, provincias y clientes en general, que se ven sorprendidos por la utilidad de este invento.
Resalta la conexión que hay entre lo que está produciendo y comercializando y la seguridad de la ciudadanía. Nos comenta que el común de la gente no se para a pensar en la importancia que tiene en nuestras vidas el firme de las calles y carreteras.
Afirma que ‘al circular por ellas con vehículos estamos de forma continua poniendo en sus manos nuestras vidas, las de nuestros familiares. La solución de Aglomant favorece de una forma eficiente, rápida y permanente, tener el mejor estado posible de estas calles y carreteras. Seguridad y salud, al fin y al cabo‘.
Miranda incide en lo apasionante que resulta trabajar con nuevas tecnologías, ‘estar a la última en lo que haces. Ser el primero en algo y ver como va evolucionando esa idea innovadora, y el beneficio que ello comporta a la sociedad y al bienestar de la gente.’
Nos comenta que el uso del asfalto como pavimento data históricamente de más de cinco mil años. En tan dilatado tiempo han mejorando obviamente sus características, algo vinculado al propio desarrollo del transporte por carretera.
No obstante, es que en los últimos cien años se han producido avances, pero no en el plano abordado por su empresa. Este hecho confiere a la patente del equipo sevillano el carácter de autentico hito.
En paralelo a la producción y comercialización de este innovador asfalto, su empresa está organizando cursos de formación específicos para operarios del mismo, una carencia patente en el sector de la construcción y mantenimiento de carreteras.
Recientemente ha finalizado uno en Toledo y va a comenzar en breve otro en Villaverde del Río.
Enhorabuena, Álvaro y equipo.