Redacción. El Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla dispone de una Unidad de Ictus, manejada por un equipo especializado de profesionales y acreditada por la ‘European Stroke Organisation’, por la que han pasado más de 500 pacientes cada año y más del 25 por ciento recibe «algún tipo de tratamiento de reperfusión».
Este jueves se celebra el Día Mundial del Ictus —primera causa de muerte en la mujer y la segunda causa de demencia–, una patología que sufrirá cada año en torno a 120.000 personas en España, de ellas, 18.000 serán andaluces y quedarán con secuelas el 50 por ciento, detalla el centro hospitalario en un comunicado.
El jefe del Servicio de Neurología del hospital sevillano, y coordinador del Plan Andaluz de Ictus, Joan Montaner, ha afirmado se ha de concienciar a la población del correcto manejo de los factores de riesgo vascular y de acudir al hospital ante la mínima sospecha de que se está sufriendo un ictus. Esta enfermedad es una emergencia médica y a ello hace referencia el lema ‘Tiempo es Cerebro’.
En cada minuto con un ictus se pierden casi dos millones de neuronas que se traducirán en secuelas, discapacidad y mortalidad. «Por ello es fundamental el reconocimiento precoz de los síntomas –dificultades para hablar o entender, pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo o alteraciones de la coordinación o visión– y el traslado inmediato a un centro hospitalario», ha afirmado.
La mortalidad y discapacidad ha disminuido por la detección precoz
Según los expertos, la mortalidad y discapacidad ha disminuido en los últimos años gracias a la detección precoz de los síntomas, el control de factores de riesgo y la introducción de medidas terapéuticas como las unidades de Ictus y las terapias de reperfusión –trombolisis y trombectomía mecánica– que han revolucionado el manejo del ictus.
El control de factores de riesgo es fundamental, ya que el 90 por ciento de los ictus podrían evitarse con una adecuada prevención: control de la hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, obesidad, evitar la vida sedentaria, abandono del tabaco y el consumo de alcohol y también el control de enfermedades cardiacas previas. Este año viene marcado por la pandemia mundial, que ha traído consecuencias nefastas para el ámbito sanitario y las patologías tiempo dependientes como el ictus.
«Es necesario más que nunca recordar la necesidad de consultar de forma precoz para aumentar las posibilidades de supervivencia y reducir las secuelas y discapacidad secundaria», ha advertido la doctora Soledad Sánchez, coordinadora de la Unidad de Ictus del Hospital Virgen Macarena.
Mantener una asistencia con la máxima seguridad y calidad
Por todo ello y con el objetivo de mantener una asistencia con la máxima seguridad y calidad, el hospital ha diseñado circuitos de atención diferenciados para pacientes con y sin Covid, consiguiendo una atención rápida en cualquier situación. «Se ha contado con una sala de aislamiento convertida en Unidad de ictus para el tratamiento precoz de pacientes con esta patología y sospecha de COVID que ha permitido, por un lado, mantener una atención rápida y de calidad en estos pacientes, y por otro, mantener seguros al resto de enfermos ingresados en la Unidad», ha explicado la neuróloga.
La Unidad también cuenta con el Centro Andaluz de Tele-Ictus (CATI), sistema de tele-medicina dirigido a atender los pacientes con código ictus localizados en hospitales de Andalucía (comarcales y HAREs), garantizando la cobertura a la totalidad de la población andaluza. Desde su inicio ha atendido a más de 1500 enfermos de toda la Comunidad con altas tasas de tratamientos de reperfusión. También se han realizado derivaciones a los centros de referencia más cercanos de forma ágil y rápida para su manejo óptimo.
Proyectos de investigación
La Unidad de Ictus del Macarena, además de proporcionar una atención de calidad basada en estándares internacionales, promueve y participa en la investigación de esta enfermedad. Realiza estudios académicos en colaboración con centros internacionales y ensayos clínicos tanto en fase aguda como en prevención y rehabilitación. Este año ha destacado la intensa colaboración con los equipos de urgencias extrahospitalarias en proyectos de investigación sobre el manejo del paciente con ictus antes de su llegada al hospital.
El mantenimiento de esta calidad asistencial a lo largo de los años «no sería posible sin el reconocimiento de sus profesionales, un equipo multidisciplinar que reúne especialistas en Neurología Vascular, Neuro-Rehabilitación, Neuro-Fisioterapia, Nutrición, así como Enfermería, Enfermería Gestora de Casos, Trabajo Social y celadores», añade el comunicado.