Redacción. Especialistas del hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla recomiendan la estimulación del cuero cabelludo y tratamientos con micronutrientes entre otras medidas contra la caída del pelo por la Covid-19.
En este sentido, el doctor Amir Tarighpeyma, responsable de la Unidad de Medicina y Trasplante Capilar del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, apuesta por el diseño de una estrategia de tratamiento frente al efluvio telógeno, una alteración del ciclo de crecimiento del pelo que produce una caída del cabello muy llamativa y que se relaciona directamente con procesos infecciosos como el coronavirus.
Así, el doctor Tarighpeyma ha señalado que el tratamiento del efluvio telógeno abarca varios aspectos. «El paciente debe bajar su nivel de estrés, cosa que en ocasiones resulta difícil dada la situación en la cual están inmersos por el Covid-19«. Además, la conversación activa médico-paciente explicando que esa caída del cabello es un proceso reversible y que tiene solución, «les infunde tranquilidad, lo cual es el primer paso de la terapia para la mejora», ha incidido.
Uso de champús neutros
Asimismo, se debe diseñar una estrategia de tratamiento, pues al margen del aspecto psicológico, hay un déficit nutricional importante. En este sentido, el especialista aconseja el uso de champús neutros, una higiene diaria de lavado del pelo y en ocasiones un tratamiento con micronutrientes y/o minoxidil, todas ellas medidas que ayudan a «mejorar significativamente el resultado», siempre bajo la supervisión de un especialista.
Por último, el doctor Tarighpeyma ha apuntado que tratamientos como la mesoterapia, Dermapen o PRP son fundamentales para estimular el cuero cabelludo, frenar la caída y acelerar el ciclo de crecimiento del pelo, consiguiendo una recuperación de densidad importante con un cabello en mucha mejor condición que antes.
El efluvio telógeno agudo es una alteración del ciclo de crecimiento del pelo que produce una caída del cabello muy llamativa durante un período de tiempo limitado y reversible. Es una condición circunstancial del cuero cabelludo por una causa como el estrés, el déficit de nutrientes o distintas enfermedades de tipo endocrinológico, infeccioso, entre otras. Desde que se produce el daño hasta que la caída resulta evidente pueden pasar en torno a unos dos o tres meses.
«Crea un círculo vicioso, del que a veces es difícil salir»
«Consiste en que una gran cantidad de cabellos aceleran su entrada en la fase telógeno o fase de caída. Decimos que hay un efluvio telógeno cuando la caída representa aproximadamente el 20 por ciento del total del cabello. Esto resulta una situación muy alarmante para los pacientes, que acuden a la consulta refiriendo haber observado un aumento exagerado de pelos caídos, especialmente en el peine o cepillo, o en la almohada o colchón», ha añadido el doctor.
El facultativo ha subrayado el papel que juega el estrés en cuanto a la pérdida de cabello, «que crea un círculo vicioso, del que a veces es difícil salir». Según el especialista, dado que una de las causas del efluvio son las infecciones, es fácil deducir que una infección tan grave, como en ocasiones resulta la originada por la Covid-19, produzca o acelere este fenómeno.
«También el ingreso hospitalario de estos pacientes o el tratamiento domiciliario en menor grado someten al organismo a tal estrés que el cuerpo da otras prioridades al uso de los nutrientes y, como consecuencia, las reservas de éstos se ven mermadas, forzando así al cuero cabelludo a entrar en fase de caída o ‘telógeno’, ha concluido.
