Redacción. Un grupo de investigadores que estudia la actividad de las bacterias intestinales descubrió que puede existir un vínculo directo entre ellas y la eficacia de la quimioterapia. Dicho estudio fue presentado en el 12 ° Congreso Europeo de Cáncer de Mama e incluyó un pequeño grupo de mujeres que recibieron quimioterapia antes de la cirugía.
En algunos, los investigadores observaron patrones específicos de actividad bacteriana intestinal antes y después del tratamiento. Añaden que, en última instancia, comprender la relación entre los dos puede ayudarlos a hacer que la quimioterapia sea más eficaz para más pacientes con cáncer.
Kirsty Ross de Beatson West del Scottis Cancer Centre
Este estudio lo propuso por Kirsty Ross de Beatson West del Scottis Cancer Centre en Glasgow, Reino Unido. “A menudo, las pacientes con cáncer de mama reciben quimioterapia antes de la cirugía. Las pruebas efectuadas sobre los tejidos que se extraen durante la cirugía pueden mostrar entonces el nivel de sensibilidad del cáncer de la paciente a la quimioterapia. Si se han eliminado todas las células cancerígenas, eso predice unas posibilidades de curación de la paciente muy altas”, afirma la microbióloga.
Ross y sus colegas de su equipo analizaron las bacterias intestinales del paciente midiendo la cantidad de ácidos grasos de cadena corta (AGCC) en las muestras de heces del paciente. Estos compuestos son producidos por bacterias intestinales cuando descomponen la fibra en los alimentos.
Las principales funciones de la microflora intestinal incluyen actividades metabólicas que protegen al organismo frente a la invasión de microorganismos extraños. Desde Prebióticos & Probióticos de Guiadesuplementos.es, los especialistas enfatizan que “las bacterias probiotas ayudan a la digestión, logrando restituir la flora intestinal y aumentando la cantidad de bacterias beneficiosas. Al respecto, existen diversos estudios que demuestran la efectividad de los probióticos para inhibir la actividad de mutación genética y de las enzimas más bajas, las cuales generan tumores. Además, son un remedio efectivo para controlar las diarreas y náuseas que se ocasionen como consecuencia de tratamientos con antibióticos”.
Datos reveladores
El estudio incluyó a dos grupos de mujeres de peso y edad similares. Un grupo estaba conformado por 21 pacientes con cáncer de mama en etapa inicial y el otro grupo por 21 mujeres en condiciones óptimas de salud.
Se analizó el tejido extraído durante la operación para observar si quedan células cancerosas. Los investigadores tomaron muestras de mujeres sanas y realizaron una serie de pruebas de SCFA (ácidos grasos de cadena corta). En las mujeres con cáncer, se tomaron muestras antes, durante y después del tratamiento. Al principio, se encontraron niveles similares de AGCC en mujeres sanas y enfermas.
Sin embargo, cuando observaron de cerca los niveles de AGCC en pacientes con cáncer, encontraron que había una diferencia entre los que eran efectos contra el cáncer en la quimioterapia y los que todavía tenían celulares cancerosas en el cáncer de mama.