La Guardia Civil y la Policía Nacional, en una operación conjunta con la Policía Rumana, han desarticulado una organización criminal. Estaba dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación laboral en condiciones muy extremas.
Así, han detenido a un total de ocho personas de una misma familia en la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor. Captaban a personas en Rumanía para explotarlos en labores agrícolas.
Las víctimas acudían a España bajo la promesa de un trabajo digno. Así como de unas condiciones de vida prósperas. Pero los miembros del grupo aprovechaban su vulnerabilidad y su situación de necesidad para someterlos a durísimas condiciones laborales. Entre las diez personas liberadas, hay una menor de 15 años en avanzado estado de gestación.
Investigación
El origen de la investigación tiene lugar en el mes de junio del año 2019. En ese tiempo tuvieron conocimiento de dos denuncias interpuestas por dos víctimas en las localidades de Villena (Alicante) y Coria del Rio (Sevilla).
Si bien las denuncias parecían no estar relacionadas debido al gran margen espacial y temporal, los investigadores encontraron nexos de unión. Por ejemplo, el modus operandi que utilizaban para la captación de las víctimas, nacionalidad de los autores… Así como coincidencias en lugares donde eran retenidas y explotadas laboralmente entre otros.
Fue entonces cuando los agentes de ambos cuerpos policiales aunaron esfuerzos para coordinar e investigar los hechos. Era fundamental para el éxito de la investigación la información facilitada por la Policía de Rumanía. Y lo hacían a través de la División de Cooperación Internacional por la Agregaduría de Interior.
Sometidos a vigilancia
A raíz de estas informaciones, comprobaron que desde su llegada a España, a los trabajadores les retiraban su pasaporte y el teléfono móvil. Además, eran retenidos en las plantas superiores de los domicilios que ocupaban los miembros de la organización.
Estas personas además eran empleadas en labores agrícolas. Y les imponían condiciones laborales injustas de hasta más de 10 horas diarias.