El 2020 va a ser recordado por muchos como el peor año, pero para los aficionados culés ha sido un año aún peor. Todo empezó a principios de la temporada 2019-2020, con un Ernesto Valverde muy cuestionado y que ofrecía pocas soluciones a un equipo en picada.
Además, el equipo venía de una dolorosa derrota en Champions, con aquella recordada noche en Anfield. Después de eso el equipo no volvió a ser el mismo, y de estar a las puertas de un triplete solo se quedaron con La Liga.
La estocada final al proyecto Valverde ocurrió en Arabia Saudí, en esa Supercopa de España donde quedaron eliminados por el Atlético de Madrid. Era el fin de la etapa de un entrenador permisivo con el vestuario, y que los llevó de fracaso en fracaso por Europa.
Algunos incautos pensaron que el problema era el entrenador, cuando en realidad el problema que ha ocasionado que en la temporada 2020-2021 estemos viendo al peor Barsa de los últimos 30 años, viene desde el 2015. Sí, con la elección de Bartomeu y su junta, que serán recordados como la peor administración de la historia.
La elección de Setién y la humillación en Champions
Como lo contó el propio Messi en su día, la junta del Barcelona no tenía un proyecto deportivo claro, y solo iban poniendo parches a los problemas que salían. Uno de esos parches fue Quique Setién, que vino a sustituir a Valverde.
La llegada del cántabro fue más que cuestionada, pues desde el minuto uno se sabía que no contaba con el apoyo del vestuario. En varios partidos de liga se vio como los jugadores pasaban del DT y su cuerpo técnico, algo que auguraba un muy mal desenlace.
Terminarían perdiendo la liga a manos del Real Madrid, una versión muy pobre del equipo blanco, basto para superar a los blaugranas que entraban en una espiral destructiva.
Llegaba la Champions, y con ella una esperanza de título que aumentó cuando superaron al Napoli en casa. Pero, en su camino se atravesó el Bayern Múnich, una bestia negra para los culés. En ese partido desnudaron a un Barsa sin ideas, y lo peor de todo sin espíritu. El resultado, todos los recordarán, un 2-8 que no se podrá borrar de la memoria de ningún culé.
Cómo era de esperarse, un resultado así traería mucha cola, y debían rodar cabezas. La primera, como es normal la del DT, después la de algunos jugadores. Incluso Messi pidió irse del equipo, aunque Bartomeu y sus artimañas se lo impidieron.
La llegada de Koeman y un desastre anunciado
Sin tiempo para mucho debido al apretado calendario, Ronald Koeman fue elegido para levantar a un equipo que requería un cambio profundo. El holandés llegó con mano dura y se deshizo de Luis Suárez, Rakitic y Vidal, pero como más.
Al empezar la nueva temporada se vio un Barcelona con nuevos bríos, pero no duro ni un telediario. Pronto empezaron a llegar los malos resultados, y las dudas volvieron al equipo de la ciudad condal.
Koeman hizo un cambio de estructura de juego, pasando de jugar con un 4-3-3 a hacerlo con un 4-2-3-1. Esto lejos de dar mejores resultados, lo que hizo fue empeorar las actuaciones del equipo en todos los terrenos. Esto fue tan notorio que, en las últimas dos fechas del año, volvió a cambiar de sistema, esta vez a un 3-4-2-1.
Todo esto demuestra improvisación, y poco aporte de un técnico que ya desde Valencia advertían que era un desastre. A día de hoy en Barcelona está en el sexto lugar de la tabla después de 15 jornadas. Siendo el peor arranque de este equipo en los últimos 33 años.
Qué esperan en las casas de apuestas deportivas
Todos sabemos que las casas de apuestas deportivas son un termómetro de la actualidad de un equipo. En este sentido, sus predicciones muestras que tan buena o mala puede ser la temporada de un club.
Con respecto al Barsa, hoy revisando las diversas casas de apuestas, no se encuentra como candidato a ninguno de los grandes títulos de la temporada. Esto augura un año más de frustración y de vitrinas vacías.