SBN. La búsqueda de la normalidad en este escenario covid es un objetivo esencial de los ciudadanos y los que los administran. Entre las distintas actividades sociales y vitales, el viaje y el turismo forman parte de nuestra cultura.
Y en el turismo de ciudades, tan extendido y donde nuestra ciudad tiene un papel mundial destacado, el free tours en general y el free tours en Sevilla, en particular, se ha ido asentando como una modalidad versátil y muy enfocada al usuario.
La figura del ‘cicerone’ se relaciona con personas autóctonas que ‘enseñan’ las ciudades con conocimiento técnico y usualmente emocional. Permiten al visitante observar con detalle ‘desde dentro’ los atractivos y singularidades de un lugar con un enfoque personal.
Al fin y al cabo, y en el mundo del marketing de las experiencias, este mecanismo posibilita una mayor proximidad del turista.
Más interacción, con un servicio más personalizado y una diferencia singular en la forma de abonar la contraprestación económica.
Al unísono el desarrollo de las tic’s -tecnologías de la información y comunicación-, el soporte de la red global ha posibilitado canales alternativos. En esta evolución de los modelos tradicionales se encuentran los free tours y sus propios canales de venta.
Las agencias tradicionales mantienen atributos singulares que les permiten seguir en el mercado, pero es innegable que hay una clientela que prefiere una intervención más directa.
El innovador modelo de los free tours es muy flexible y da cabida a profesionales que antes eran guías tradicionales. Estas visitas guiadas están enfocadas a diversos planos, cultural, gastronómico, artístico, antropológico… y pueden contar con ‘performances’ y otras posibilidades de presentación.
Las características de este tipo de servicios está definida pero algo muy interesante ha sido la creación de plataformas destinadas a comercializarlos, como GuruWalk, una startup que en algo más de 3 años ha conseguido referenciarse sobre 105 países.
Los free tours se iniciaron en las principales capitales turísticas europeas, como Roma, París o Madrid. Luego el modelo fue extendiéndose a América y otros continentes. Últimamente ha trascendido de las grandes urbes llegando a pueblos y pequeñas ciudades con encanto.
Los free tours son servicios que han de abonarse por los clientes, pero tienen la singularidad de que no suponen un coste predefinido, sino que la cuantía a pagar queda a voluntad del usuario. Normalmente se publicitan estableciéndose un intervalo recomendado de cantidad, entre 10 y 20 euros, pero no hay exigencia de ningún tipo al respecto.