Fermín Cabanillas. El envejecimiento de la población es uno de los grandes retos de Europa en el siglo XXI. Para 2024, se estima que el 22 % de los europeos tendrá más de 65 años. Con el envejecimiento vienen asociados problemas como defectos crónicos en las articulaciones o en la región oral y maxilofacial. Los pacientes que sufren estas enfermedades ven muy afectada su calidad de vida, teniendo que depender continuamente de asistencia sanitaria. INKplant, un proyecto internacional financiado por el programa H2020 de la Comisión Europea, afronta este desafío y propone soluciones innovadoras en la fabricación de implantes para garantizar que longevidad, salud y bienestar puedan ser sinónimos.
Una ambiciosa iniciativa con un presupuesto de 6 millones de euros y que creará implantes específicos que se adaptan a cada paciente como un traje a medida. Este avance será posible gracias a la combinación de biomateriales y tecnologías de vanguardia como la impresión en 3D de alta resolución.
Reducir costes sanitarios y tiempo de rehabilitación
La crisis de la Covid-19 ha demostrado el peligro que suponen la saturación de los hospitales y las largas listas de pacientes en grupos de riesgo que dependen de atención médica. Así, los socios de INKplant trabajarán en cuatro casos diferentes que representan algunos de los problemas médicos más generalizados y urgentes de la asistencia sanitaria europea: defectos en el menisco, en la articulación de la rodilla, en el paladar y problemas en las zonas maxilofacial y oral.
El proyecto persigue reducir significativamente la complejidad de las intervenciones quirúrgicas en pacientes que necesitan una prótesis o rehabilitación en las áreas mencionadas. Así, los métodos previstos supondrán una enorme mejora en la calidad de vida de las personas y reducirán las complicaciones derivadas de las prótesis actuales al mejorar la biocompatibilidad de los materiales utilizados. Con estas aportaciones, INKplant quiere reducir los costes sanitarios y el tiempo de rehabilitación de los pacientes.
Para paliar el sufrimiento de las personas con defectos articulares, INKplant desarrollará implantes de menisco e implantes para reparar defectos derivados de la osteoartritis, evitando así la necesidad de un reemplazo articular total de la rodilla. Asimismo, esta iniciativa creará implantes específicos para pacientes con problemas en la región oral y maxilofacial que no pueden ser solucionados con las prótesis convencionales.
Terapias regenerativas personalizadas
Actualmente, los implantes para la reparación de tejidos se fabrican en tamaños y formas estándar a partir de materiales inorgánicos. A diferencia de estos implantes y prótesis artificiales, que son percibidos por el cuerpo como materiales extraños, INKplant permitirá la fabricación de implantes personalizados individualmente con mejor rendimiento biomecánico y mayor biocompatibilidad. Estos implantes no sólo aliviarán el sufrimiento de los pacientes, sino que tendrán el potencial de promover la regeneración de los tejidos dañados en el cuerpo.
Las piezas que desarrollará INKplant se componen de materiales que imitan el comportamiento biológico y mecánico de los tejidos del cuerpo humano. Este avance será posible gracias al innovador proceso de impresión en 3D desarrollado durante el proyecto.
Impulsar la posición de la UE en biofabricación
Coordinados por la empresa austriaca de investigación aplicada PROFACTOR, con la Doctora sevillana en ciencia de los materiales Elena Guillén al frente del proyecto, 19 socios de siete países colaboran para hacer frente a algunas de las mayores amenazas a la calidad de vida durante el envejecimiento: movilidad limitada debido a problemas articulares y limitación de la .función bucal a causa de restauraciones protésicas mal ajustadas.
El equipo internacional de INKplant se esfuerza por lograr la excelencia en la innovación a través de tecnología y ciencia de vanguardia desde una perspectiva multidisciplinar y multisectorial. El consorcio incorpora expertos en ingeniería de tejidos, biomateriales, impresión 3D, estandarización y bioética. Incluye líderes del mercado mundial en fabricación aditiva como Lithoz y Stratasys, y cuatro hospitales universitarios, dos de ellos entre los más grandes de Europa (Charité Berlin y Hospital General de Viena). Por la parte española destaca la participación de la Universidad Politécnica de Madrid, la multinacional biotecnológica BTI y la Asociación Española de Normalización.
INKplant combina de esta forma las vías médica y tecnológica con temas transversales como la estandarización y los aspectos éticos. Solo con esta visión integrada de la medicina regenerativa y personalizada es posible lograr un impacto real en la sociedad.