Redacción. El entorno natural del Molino de la Aceña, en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), acoge un novedoso sistema de análisis de control de la calidad de las aguas del río Guadaíra que permite el monitoreo en continuo.
«La presencia en Alcalá de Guadaíra de este equipo único de control en continuo de calidad de las aguas es un éxito para todos los ciudadanos y da cuenta de la implicación y esfuerzos de coordinación que se están llevando a cabo desde el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y resto de administraciones», así lo ha referido el delegado de Transición Ecológica, Pablo Chaín.
Se trata de una experiencia piloto que la CHG pone en marcha en el transcurso del río Guadaíra a su paso por la zona urbana, convirtiendo a Alcalá de Guadaíra en la primera ciudad de Andalucía con una estación de estas características; una tecnología novedosa con sensores de última generación, que usa la red de telefonía móvil y con posibilidad de funcionar sin necesidad de conexión a la red eléctrica midiendo de continuo parámetros fundamentales para determinar la calidad de las aguas del Guadaíra para la detección temprana de episodios de vertidos o contaminación.
Consultar en tiempo real el estado actual de la calidad del agua
Gracias a esta tecnología, los técnicos de las autoridades competentes pueden consultar en tiempo real desde cualquier lugar con acceso a la red el estado actual de la calidad del agua, servir de base para la adopción de estrategias para combatir la contaminación, vigilar y controlar el efecto de cualquier emisión de sustancias contaminantes, así como evaluar la efectividad de las medidas adoptadas para el control mediante estudios de evolución de las series históricas de datos analíticos.
Para este nuevo avance en el control de las aguas es necesaria la coordinación de las administraciones y para ello desde la Delegación de Transición Ecológica se ha estado en permanente contacto con la CHG tanto en reuniones, como por teléfono y comprobando in situ la zona.
Para el delegado de Transición Ecológica, Pablo Chaín, «un paso importante en el cuidado del entorno natural tan reclamado por el Ayuntamiento como por la ciudadanía, ya que permite comprobar los correctos niveles bioquímicos de las aguas de nuestro río y estar seguros en todo momento de que podemos disfrutar de un entorno sano que siga promoviendo la biodiversidad de la zona».