Fermín Cabanillas. En la biblioteca habita la palabra. Es un lugar donde se cobijan escritas casi todas las historias de nuestra cultura. Sin embargo, hace unos años se detectó que en el municipio de Benacazón, en el corazón del Aljarafe sevillano, existían dificultades para poner en contacto a la infancia con la literatura y eran pocas las familias que hacían uso de este servicio.
La solución a la que llegaron fue rescatar la esencia de la antigua práctica de contar cuentos y trasladarla a los nuevos tiempos. Así se originó “Viernes de Cuentacuentos”, una experiencia multicultural, enriquecedora, divertida y sorprendente porque, en el mundo de los cuentos, todo es posible.
Esta actividad gratuita y de libre acceso para toda la familia se desarrolla en la biblioteca pública del Centro de Formación “Maestros de Benacazón”, donde una vez por semana se narra un nuevo cuento y se lleva a cabo una manualidad relacionada con la historia que estimule más si cabe la imaginación y la fantasía de los niños. Además, la asistencia se premia accediendo a sorteos de productos relacionados con la literatura infantil.
A punto de comenzar su séptima temporada, (cuyo cuento inaugural interpreta la alcaldesa de la localidad, Juana María Carmona) Benacazón es capaz de congregar en su biblioteca a más de 200 personas en cada sesión, no solo por el simple hecho de contar una historia, sino de difundir en la infancia los valores que promueven las narraciones. Tras más de 70 narraciones, esta actividad continúa trabajando conceptos complejos entre los más pequeños como el empoderamiento femenino, la enfermedad del Alzheimer, la exclusión social o el valor del reciclaje. Resulta complicado pensar en una única propuesta que abarque tal cantidad de valores ciudadanos, cívicos y democráticos.
El estilo con el que se trasmiten estos conceptos también es diverso, con narraciones individuales o en grupo; historias tradicionales, modernas u originales; leyendas de otras culturas; narraciones bilingües; en lenguaje de signos; con marionetas o disfraces; cuentos narrativos, poéticos, teatrales, musicales, motores, sensitivos…
Fran Perejón, el concejal que coordina esta actividad, afirma que “el verdadero corazón de Viernes de Cuentacuentos es un fabuloso equipo de 45 narradores voluntarios, entre los que se encuentran docentes, alumnado de centros educativos locales, universitarios, amas de casa o miembros de la corporación local”.
“Además, entre temporada y temporada, el ayuntamiento desarrolla en su biblioteca Cuentaller; una propuesta educativa para niños menores de 12 años que les muestra el arte de leer, escribir y contar cuentos con el objetivo de mejorar su lectoescritura y formar a futuros narradores de este proyecto. Por otra parte, también realizamos labores de voluntariado fuera de la biblioteca, acudiendo a colegios, centros para personas con discapacidad y otros colectivos sociales”, concluyó el concejal.