Redacción. Algo más de 300 funcionarios de la Consejería de Justicia, Administración Local y Función Pública de la Junta de Andalucía y del Tribunal de Recursos Contractuales de la Junta de Andalucía (Tarcja) volverán en la segunda quincena de noviembre a la sede de la administración regional en la Plaza Nueva después de una obra de rehabilitación que empezó a principios de diciembre de 2022 y en la que la Junta ha invertido alrededor de un millón de euros.
A falta de la colocación de las últimas plaquetas y la retirada de los andamios, la Junta ultima el regreso de los cerca de 300 funcionarios que durante este tiempo han estado ubicados en distintos edificios de Empresa Pública de Gestión de Activos (Epgasa) en la Cartuja, detallan fuentes de la Consejería a preguntas de Europa Press.
Dicha empresa adjudicó por 998.350,15 euros, impuestos incluidos, el contrato para la rehabilitación de las fachadas del edificio administrativo correspondiente a los números 4 y 5 de la céntrica Plaza Nueva, que acoge dependencias de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales.
Según la memoria técnica del proyecto licitado, «el motivo principal de esta intervención es de seguridad», explicando que este edificio cuenta con una fachada con aplacado de mármol tipo Blanco Macael y, según un informe de un laboratorio arquitectónico emitido en diciembre de 2019, «la fachada tiene problemas de fisuración de placas, fijaciones deterioradas por el agua, preceros y dinteles de la carpintería oxidados y fijaciones de barandillas en malas condiciones», entre otros aspectos.
Es más, dada esta situación, y por motivos de seguridad, en junio de 2020 fue decidido ya instalar una red protectora en las fachadas a la vía pública, «dotando al edificio de mayor» seguridad a la espera de una actuación de rehabilitación, según figura en el documento técnico.
Esta obra, cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), ha implicado así «la reforma de la fachada no sólo a nivel estético, sino de seguridad y de eficiencia energética», afectando la rehabilitación a todas las fachadas del edificio, es decir las de la Plaza Nueva y las calles Barcelona y Zaragoza.