4 diciembre 2024
Hospital Sagrado Corazón

Cuando no hay toro, no hay espectáculo

el
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print
Solitaria vuelta al ruedo para el toledadno Álvaro Lorenzo.

Juan Manuel Pérez Alarcón. Increíble pero cierto, los tendidos de sol de la Maestranza se asemejaban a un espectáculo fuera de abono y dignos de una novillada que lo que era realmente, una corrida de toros, de un martes de feria, y es que la escasa  media entrada de ayer era de esperar a la vista del cartel, poco mediático aunque sí ilusionante con la incoproración de toreros del segundo escalafón y que por diversas cuestiones no han alcanzado esa posición de privilegio. Razones para ello tienen, porque los tres toreros de ayer, tienen una cosa en común; han salido por la puerta grande Las Ventas (Madrid), y eso el gran público de ayer a lo mejor desconocía. Triste imagen ver la plaza ayer con esa afluencia de público.

La corrida de El Pilar, bien presentada, con dos toros muy serios, (4º y 6ª), pero que le faltó raza y condición. Se salvaron del mal juego, 2º, 4º y 5º, pero en líneas generales no tuvieron fundamento para la bravura y la emoción. Tampoco de fuerzas estuvieron sobrados.

Pepe Moral tuvo un primer toro que manseó en todos los tercios y que tuvo carencias de todo tipo, principalmente de fuerzas y de raza. En el caballo ningún signo de bravura. Faena de altibajos con un toro que nunca tiró para triunfo y en donde Moral tiró de oficio y poco más.

Con su segundo, un toro serio y con cara, Moral salió decidido a torear a la verónica que fueron algo mecánicas y rápidas por la velocidad que le imponía el animal. Fue alegre al caballo donde Carbonell le aplicó dos buenos puyazos. Moral realizó un quite por chicuelinas y la media que realizó fue sensacional. Fue el toro alegre en banderillas y la esperanza para que la tarde se viniese arriba. Brindó a Juan José Padilla el diestro palaciego y la faena no cogió el vuelo toreando con series a la derecha ante las embestidas bruscas de un animal. A pesar de las condiciones del animal, tampoco el torero cogió la velocidad, temple y suavidad que requerían esas embestidas y la faena perdió argumento y guión. Estocada y ovación al arrastre al toro y al torero silenciada su labor.

Álvaro Lorenzo sorteo otro toro que le faltó clase y motor y donde ayudó en el último tercio. Lorenzo planteó una faena compacta, aunque le faltó rematar la misma. Ligó varias series con la derecha con pases firmes y poderosos y sometiendo al animal con las zapatillas clavadas en la arena. Tras un pinchazo y estocada algo caída se le pidió la oreja sin mayoría para concederla. Lorenzo se premió con una vuelta poco solicitada.

El toledano volvió a demostrar que sabe interpretar el toreo clásico y de temple con un oponente con algo más de recorrido pero mucha sosería. Lorenzo realizó una faena larga que fue refrendada con una estocada entera.

Otro toro débil de manos y algo soso en las embestidas fue el tercero de la tarde que le tocó en suerte a Ginés Marín. Anduvo Marín con mucha voluntad y probando embestidas pero sin que aquello tuviera continuidad ante la escasa transmisión del animal. Lo mejor la estocada, algo trasera, pero de excelente ejecución.

Con él sexto, otro toro serio que tuvo dos velocidades ante un Marín, que estuvo muy dispuesto en todo momento pero la falta de clase y raza del animal se fue imponiendo frente a la voluntad y muleta templada de Marín pero poco podía hacer para lucir al toro.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Cash ofertas
prodetur
Clínica Santa Isabel
Hospital Ramón y Cajal
Las cosas del toro

Notas de prensa

Sevilla Buenas Noticias

Sucríbase a nuestro periódico