Adriana Ciccaglione. Se acercan los días santos, en la ciudad ya todo nos dice que las procesiones y pasos han de comenzar. Sevilla es el epicentro de una Semana Santa que se vive y se siente en todos sus rincones, en su gastronomía, la decoración y por qué no decirlo en los atuendos y ropa que se colocan las personas para estos días.
Además de que muchos sevillanos estrenan trajes el Domingo de Ramos, para el Jueves y el Vienes Santo, las calles se llenan de mujeres hermosas, que lucen sus mantillas y peinas, todas de negro ante el luto que representa la muerte y pasión de Cristo.
La señora María Rosa López, mejor conocida como Rosi, quien lleva más de 45 años asesorando tanto a sevillanas como a turistas, desde la Casa Foronda (Blasfor), en la calle Sierpes, es quien a través de su experiencia y voz especializada nos narra el por qué de cada detalle, su significado y cómo lucirlo.
La mantilla. María Rosa López cariñosamente conocida como Rosi, es una señora que respeta los protocolos y por ello, comparte su conocimiento.
El Jueves y el Viernes Santo, “se suele ir para visitar altares o las imágenes que van de procesión en la madrugada. El atuendo para mantilla debe ser negro porque simboliza el luto de la muerte del Señor. En realidad el luto aunque se ponga el Jueves Santo, debe ser el Viernes Santo que es cuando Jesús está muerto. Pero se coloca para asistir a los oficios de las diversas parroquias”.
“Y luego tiene que ser una mantilla que si sobresale por el largo del vestido no sea excesivamente larga las puntas, para que sea más cómodo para andar y visitar los altares”.
Explica que aunque las mantillas no nacieron en Sevilla, es una tradición muy antigua, que se sigue usando.
“La mujer siempre se ha tapado la cabeza y ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Con Amadeo de Saboya hubo una revolución ly al querer implantar en la corte una influencia francesa, se reveló la corte española e iban las señoras con mantilla para todo acto y ocasión, hasta para asistir a la compra”, manifiesta.
Y añade que en los cuadros que hay en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, se ve a la Reina Isabel I de Castilla con un velo muy parecido a lo que es una mantilla, “siempre se utilizaba cosas muy sutiles, para adornar a la mujer, para tapar el cabello”.
“Aquí en Andalucía es donde más se pone. En los cuadros de Goya hay unas goyescas en todos sus cuadros que todas van ataviadas con mantilla, en esa época la mantilla era muy común. Se ha adaptado a la costumbre española, la climatología es muy importante. No es lo mismo el norte de España que es mucho más sobrio que se cubrían con paños, con terciopelos y cosas más pesadas, que aquí que eran cosas más livianas, más etéreas como la mantilla”, define la experta.
El vestido. Pero la mantilla debe colocarse con un vestido. No luce igual y no se debe colocar con un pantalón. Se trata de un símbolo muy femenino, que debe acompañarse de un traje.
¿Cómo debe ser el traje?, aquí la respuesta.
“Tiene que ser un traje rigurosamente negro, con una manga tipo francesa o larga. El vestido puede ser a la caja o tipo barco, no excesivamente corto preferiblemente por debajo de la rodilla, un largo Chanel”, dijo María Rosa López.
Las peinetas. En cuanto a las peinas o peinetas que se colocan en el cabello, “hay de varios tamaños. Hay medias peinas, hay peinas completas, depende de la persona si le gusta la peina alta o baja, también de la fisonomía que tenga. Lo mejor es probársela porque no todas las peinas favorecen igual, hay señoras con caras más redondas o alargadas y dependiendo si la peina es más recta o redonda por arriba, favorece más”.
Lo que no se debe llevar, son los abanicos, ya que puede ser una Semana Santa muy húmeda o fría. “Eso es más bien para los toros, para las ferias, para una procesión en verano, para otro tipo de mantilla”, acotó.
Accesorios. Los pendientes, el broche, los guantes, el rosario y la cartera, forman parte de los accesorios que deben ser discretos y hermosos, para lucir elegantes en estos dos días santos.
“Tiene que ser las joyas que el Libro de Protocolo coloca para el luto. En este caso son los brillantes o las perlas, o en sucedáneo que podrían ser en plata con circonita o en plata con mar casita, cualquier tipo de perla. Y el broche de atrás debe hacer juego con los pendientes”, recomienda.
Se puede llevar rosario, “porque se supone que es para visitar los sagrarios, y rezar un ratito delante del Señor. Hay personas que utilizan el que llevaron para su Primera Comunión. Así como antiguamente se habituaba a llevar un misal”.
Con respecto a los guantes, explica que no son obligatorios, pero que sin embargo, “siempre son elegantes”.
La sugerencia del bolsito es que sea lo más discreto posible, negro o de carey.
La señora María Rosa López, mejor conocida como Rosi nos asesoró, y así como a nosotros, si usted viene de visitante o si quiere saber cómo seguir este protocolo para vestirse de forma adecuada y con los implementos necesarios, no deje de visitarla en la calle Sierpes.
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