Redacción. La Guardia Civil interceptó la pasada noche, en una carretera de la provincia de Sevilla, a un conductor que circulaba con una tasa de alcohol que casi duplicaba el máximo permitido al volante y que, además, se dirigía a «tomar cervezas a casa de un amigo», pese a que el estado de alarma restringe los desplazamientos a causas laborales o de adquisición de alimentos y productos básicos, entre los pocos motivos justificados.
Según ha informado la Guardia Civil en un comunicado, durante la madrugada de este pasado domingo, unos agentes realizaban un control en una carretera de la provincia de Sevilla para vigilar el cumplimiento de las restricciones a la movilidad ciudadana implícitas en el estado de alarma, decretado frente a la propagación del coronavirus Covid-19, dando el alto a un turismo cuyo conductor alegó que «necesitaba comprar una bombona que portaba en los asientos traseros».
Sin embargo, «las incoherencias» mostradas durante la conversación mantenida con el conductor del turismo hicieron a los agentes sospechar de que el mismo podía conducir bajo los efectos de la ingesta de bebidas alcohólicas, por lo que esta persona fue sometida a la prueba de alcoholemia.
La primera y segunda prueba confirmaron la sospecha del agente, dando positivo en ambas y de igual porcentaje, con una tasa de 0,48 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, es decir casi el doble de lo permitido. El conductor, ante las evidencias y la imposibilidad de justificar el desplazamiento de una manera coherente, fue denunciado por alcoholemia positiva y por saltarse las medidas de confinamiento, manifestando finalmente que se desplazaba para tomar cervezas a casa de un amigo