Redacción. El proyecto el Guiso Solidario llega a su fin este mes de mayo tras haber logrado durante un año ofrecer comida caliente a 500 personas al día. Desde el mes de junio de 2020, hasta 180.000 personas en exclusión social debido a la crisis económica
generada por la pandemia de la Covid-19 se han beneficiado de la iniciativa.
Al servicio de la necesidad
En el comienzo del proyecto la Escuela de Hostelería de la Fundación Cruzcampo fue la encargada de elaborar los guisos, y tras el primer mes se encargó del cocinado el Catering Medinaceli. Un total de 20 voluntarios han envasado a diario los guisos cuya bolsa se ha ido complementando con piezas de fruta y otros alimentos gracias a donaciones de diversas empresas.
Según Antonio Luque, presidente de los hosteleros de Sevilla, es una satisfacción para la hostelería «haber podido ayudar a tanta gente«. «Esta crisis nos cogió a todos por sorpresa, y hemos atendido a familias de clase media que de repente se han visto pasándolo muy mal», ha señalado Luque, que ha continuado su intervención diciendo que su vocación de ha servido para ayudar con lo que mejor saben hacer: dar comer.
Colaboradores
La ejecución del proyecto durante un año completo no hubiera sido posible sin la ayuda de diferentes empresas como el proyecto Senda de Cola, Cajamar, Caja Rural y la Fundación la Caixa, principal entidad colaboradora de la iniciativa; además de los dos grandes clubes de fútbol de la ciudad, el Real Betis Balompié y el Sevilla Fútbol Club a través de sus fundaciones.
Once hermandades de Sevilla han apoyado el proyecto desde el principio, y la Hermandad de la Macarena ha vertebrado el reparto a los colectivos vulnerables desde su Centro Asistencial. El Consejo General de Hermandades y Cofradías también se ha sumado al Guiso Solidario, junto a San Esteban, San Esteban, Santa Marta, Pasión, el Baratillo, la Quinta Angustia, San Bernardo, La Paz, La Sed, San Gonzalo, el Rocío de Sevilla, San
Isidoro y el Amor.