Redacción. El Hospital Santa Ángela de la Cruz pone a disposición de sus pacientes la tecnología Da Vinci, un procedimiento que supone un avance para el paciente urológico tanto por la rapidez en la recuperación postoperatoria como en la disminución de los posibles daños colaterales tras la cirugía. Así lo transmiten los cirujanos de Viamed que han estado presentes en una intervención de un cáncer de próstata con la ayuda de cirugía robótica.
Según los doctores Gutiérrez y Ortiz, «esta tecnología cuenta con importantes avances para el paciente, ya que mejora la visión del campo quirúrgico, se consigue una mayor precisión y la recuperación es mucho más rápida». Además de estas ventajas que ofrece el robot Da Vinci donde la seguridad y la precisión ganan protagonismo, apuntan los doctores «se garantiza al paciente una importante disminución de los riesgos asociados tras la cirugía como son la incontinencia e impotencia que tanto preocupan al paciente», destaca el centro en un comunicado.
El equipo de Viamed Santa Ángela estuvo acompañado por los doctores Rioja, García Magariño, y David García Belmonte del Hospital Viamed Montecanal, grandes especialistas en este tipo de intervenciones con unos excepcionales resultados quirúrgicos y de recuperación y pioneros en la implantación de esta cirugía en Aragón.
Esta tecnología puntera está diseñada para garantizar un tratamiento mínimamente invasivo que suponga un posoperatorio menos doloroso para el paciente.
La cirugía robótica Da Vinci es la última evolución de la cirugía mínimamente invasiva, en la que el cirujano controla manualmente los mandos de la consola que se encuentra en el quirófano, «de modo que el sistema traduce, de forma exacta, estos gestos en los movimientos de los brazos robóticos».
Es el único sistema de esta naturaleza que permite un control intuitivo de la óptica y del instrumental y una visión tridimensional del campo quirúrgico. El cirujano puede, sin gafas ni otras ayudas, evaluar perfectamente la anatomía y vivir la intervención casi como si estuviera dentro del cuerpo del paciente.
Además, este sistema aumenta la calidad de imagen hasta 20 veces la visión normal, elimina el temblor del cirujano y permite una mayor movilidad que la muñeca del ser humano, lo que se traduce en una cirugía de mayor precisión, con menor morbilidad y mejores resultados, tanto oncológicos como funcionales.